La construcción de la nueva Terminal de Contenedores de Moín, (TCM), comenzaría en noviembre próximo. Al menos esa es la previsión de la firma holandesa APM Terminals, encargada del plan.
Con casi un año de atraso en la fecha de inicio, la empresa cree poder resolver los pendientes antes de que venza el 24 de octubre la prórroga otorgada por el Gobierno.
La obtención de los permisos ambientales y terminar la vía que dará acceso a playa Moín, son parte de los escollos que tienen frenada la construcción del que será el puerto más grande del país, con una inversión estimada en $1.000 millones.
La terminal será una isla artificial de 80 hectáreas que recibiría barcos con capacidad de carga de hasta 13.500 TEUs, como se denomina a los contenedores de 20 pies.
La compañía espera terminar de entregar información a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) antes de octubre para, un mes después, recibir los permisos.
Entre tanto, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) avanza en las obras de acceso desde la ruta 32 hasta el futuro muelle. Según el cronograma, en seis semanas esa vía estaría lista.
Paul Gallie, director de APM Terminals Costa Rica, confía en iniciar antes de fin de año los movimientos de tierra, para lo cual contrataron, desde hace un año, a otra empresa holandesa que se encargará de las obras.
Resaltó que el pueblo limonense está a la expectativa, incluso, aseguró que ya han recibido unas 5.000 solicitudes de trabajo.
“Nosotros creemos que todo va a salir bien y vamos a superar lo que falta, a más tardar, el 1.° de noviembre. Ya estamos trabajando en otros detalles mientras se concluyen los trámites”, aseguró Gallie.
Sin embargo, el proyecto debe superar un obstáculo más.
Se trata de un proceso judicial que la firma ya ganó en los tribunales contencioso administrativos pero que los demandantes, el sindicatos de la Junta de Administración Portuaria y Desarrollo de la Vertiente Atlántica (Japdeva) y, la Cámara de Bananeros, llevaron a casación. Ese recurso está pendiente del fallo de la Sala Primera.
No se rinden. José Luis Castillo, vocero de Sintrajap, dijo que la lucha en los tribunales seguirá.
Castillo aseguró que sin importar lo que la Sala resuelva, hay otros procesos judiciales que no se han resuelto. Tampoco descartó futuras denuncias contra el proyecto, que el sindicato acusa, perjudicaría a Japdeva.
“Confiamos en que los tribunales nos den la razón, sin embargo hay varios portillos abiertos donde podría venirse abajo la concesión del nuevo muelle. El tajo La Asunción (de donde saldrá el material para la obra), así como la carretera que llevará al puerto, tienen problemas”, afirmó el sindicalista.
El megapuerto fue concesionado en el 2011. La obra contempla la construcción de un rompeolas de 2,2 kilómetros y una plataforma de 900 metros de longitud que podrá atender, con seis grúas, tres barcos de manera simultánea.
La nueva terminal, a diferencia del actual puerto de Moín, operado por Japdeva, tendrá 15 metros de calado y capacidad para embarcaciones “post-Panamax”, que transportan hasta 8.500 contenedores.