Los logros y éxitos no paran en la vida del joven, de 19 años, Santos Bonilla. Hace pocas semanas se graduó de bachiller en educación media del Liceo Puente Piedra, en Grecia, y, este viernes, comenzó a estudiar Ingeniería en Sistemas en la Universidad Latina que le otorgó una beca completa para premiar su esfuerzo y lucha por salir adelante.
Santos Bonilla ha avanzado en su vida contra todo pronóstico; en el 2005, cuando tenía 2 años, sufrió quemaduras en el 97% de su cuerpo tras un incendio ocurrido en su vivienda en Barrio Luján debido a la explosión de un cilindro de gas. Él llevo la peor parte de accidente en el que también resultaron afectados sus tres hermanos.
LEA MÁS: Niño víctima de explosión de gas en 2005 es hoy un orgulloso graduado
Bonilla estuvo ocho meses en estado de coma en el Hospital de Niños, le tuvieron que amputar parte de uno de sus pies y algunos dedos de la mano por una gangrena (muerte del tejido).
La Universidad Latina se enteró del caso y explicó que la Unidad de Quemados del Hospital Nacional de Niños los contactó para ver si existía la posibilidad de una ayuda para el joven para que él quería estudiar ingeniería en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), pero que tenía problemas porque los horarios le dificultan trabajar, algo vital para obtener un ingreso para su familia.
“De inmediato, la Universidad, a través del departamento de Vida Universitaria, le otorgó una beca del 100% para apoyarlo a cumplir su sueño profesional. Ahora, Santos podrá estudiar la carrera que siempre quiso, Ingeniería de Sistemas. Nos contó que desde que tuvo contacto con una computadora, siempre le llamó la atención”, explicó la universidad.
Santos Bonilla se mostró muy agradecido por la beca, cursa sus estudios de noche para tener oportunidad de trabajar en el día; busca trabajo “en lo que sea”, mientras saca su carrera
“Yo este año no pensaba estudiar, pero ayer inicié clases virtuales en la universidad; todos estamos felices, voy a clases casi todos los días, solo los jueves no”, contó el joven.
Una infancia normal
Santos Bonilla logró aprobar su primaria y secundaria a pesar de que entrar al sistema educativo era una de la etapas más temidas por su familia, ya que los niños le podrían hacer sentir mal por sus cicatrices.
Sin embargo, Santos contó a La Nación que el primer día de clases en el kinder, él entró acompañado de los Bomberos quienes le explicaron a sus compañeritos lo que a le había pasado y cómo evitar que algo así les sucediera.
De esta forma, evitaron que Santos fuera víctima de bullying o de malos comentarios ya que muchos de esos niños de kínder acompañaron a Santos en todas las siguientes etapas educativas de su vida.
“Desde que estaba en el kínder nunca he sufrido de bullying o rechazo, cuando entré a sétimo pensé que la gente me iba a ver raro, pero no fue así, siempre he tenido amigos. Tampoco físicamente me he sentido discapacitado, en clases de educación física en el colegio me preguntaban si podía hacer ciertos ejercicios y repeticiones y siempre las hice y a algunos de mis compañeros hasta los dejaba botados. Actualmente, lo normal es que los niños se asusten por mi aspecto, pero los papás que me he topado les explican a ellos qué me pasó”, dijo el joven quien hoy vive con su mamá y tres hermanos en Grecia.
Actualmente, Santos juega en el equipo Sporting FC fútbol para amputados, sueña con llegar a la selección nacional de esta categoría.