Juan Prieto, Isaac Murillo, Sebastián Hernández, Joyfer Chal, Josimar Villarreal y Anthony Hernández concluyeron el colegio el pasado 19 de diciembre, día en que recibieron el título de bachiller durante una actividad en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Liga Deportiva Alajuelense (LDA).
Los cachorros, como los llaman en el equipo, estudiaban ahí mismo en el CAR mediante el convenio entre Alajuelense y la organización Ciudad Hogar Calasanz. Ahora, los muchachos están listos para incursionar en la etapa universitaria.
Hernández, por ejemplo, tiene interés en estudiar Derecho, Educación Física o Estudios Sociales.
“Uno no sabe si habrá una lesión o un inconveniente y al final, cuando uno decida ya no jugar fútbol tiene que solventar a la familia y es importante sacar alguna carrera”, expresó el jugador del equipo U-21.
El colegio Calasanz adecua el sistema para estudiantes que además son deportistas de alto rendimiento y eso es lo que les facilita el proceso educativo, incluso cuando tienen compromisos con las selecciones nacionales.
Fernando Mora, profesor y coordinador del convenio, explicó a La Nación que el logro de estos muchachos es gratificante, ya que están demostrando que el desarrollo deportivo y los estudios se pueden llevar de la mano cuando existe una planificación y visión integral de la institución, rompiendo ese estereotipo de que “los futbolistas solo sirven para patear una bola”.

Mora indicó que, al igual que el resto de alumnos costarricenses, los jugadores vienen de un apagón educativo, por lo que se hizo vital poder desarrollar habilidades, destrezas cognitivas y rutinas que influyan en su desarrollo académico.
“Nosotros les damos todas las herramientas que están a nuestro alcance, sus profesores del colegio y el club son instrumentos; pero ellos deciden que desean construir con eso. Estamos seguros que entregamos a la sociedad personas con un desarrollo integral que impactará positivamente y eso hace que nuestro trabajo tenga sentido”, declaró Mora.
El año pasado, cuatro jugadores pudieron concluir el programa con éxito; la esperanza es otros más se gradúen en el 2024.