Londres. AFP y EFE. El laborista Sadiq Khan se convirtió, este viernes, en el primer musulmán en ser elegido alcalde de Londres , y de cualquier gran capital europea, luego de unas elecciones en las que sus rivales trataron de explotar el factor religioso.
Khan, hijo de un conductor de bus pakistaní, se impuso, por 1.310.143 votos contra 994.614, a su principal rival, el conservador multimillonario Zac Goldsmith, casado con una Rothschild y cuyo perfil es lo opuesto al del laborista.
El nuevo alcalde, que obtuvo el 56,8% de respaldo, sustituirá al conservador Boris Johnson.
“Estoy muy orgulloso de que Londres haya escogido hoy la esperanza al miedo, y la unidad a la división”, dijo el alcalde electo en el Ayuntamiento de la capital, tras conocerse los resultados, comprometiéndose a ser el “alcalde de todos los londinenses”.
La victoria de Khan fue el hecho más destacado de las elecciones municipales y regionales del jueves, seguido por la pérdida de la mayoría absoluta de los independentistas escoceses y el debate en torno al líder laborista, Jeremy Corbyn, cuya primera prueba electoral no despejó todas las dudas.
Antes de conocerse los datos oficiales, la victoria de Khan ya parecía irreversible y empezaron a lloverle las felicitaciones, entre ellas, las del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
“¡Felicidades, Sadiq Khan! ¡Estoy impaciente por trabajar contigo para crear un Londres más justo con todos!”, escribió Jeremy Corbyn.
Tiro por la culata. Los conservadores, y sobre todo, el primer ministro, David Cameron, trataron de identificar a Khan con los extremistas musulmanes, estrategia que se volvió en su contra.
La elección de Khan es especialmente relevante, pues refleja la diversidad de la población de Londres, una capital cosmopolita con más de ocho millones de personas.
También ha sido destacada por los expertos porque el laborismo sugirió que Goldsmith llevó a cabo una campaña “difamatoria” después que el candidato tory buscó establecer vínculos entre el aspirante laborista con “musulmanes extremistas” .
Khan recibió incluso las felicitaciones de la hermana de Goldsmith, la periodista y defensora de los derechos civiles Jemima Goldsmith, famosa en el Reino Unido por haber estado casada con el político pakistaní y antiguo jugador de crícket Imran Khan.
“Felicitaciones a Sadiq Khan, el primer musulmán alcalde de Londres, una ciudad de todas las culturas, orígenes y religiones. Un gran ejemplo para los jóvenes musulmanes”, tuiteó.
La nota discordante de la noche corrió a cargo del candidato ultraderechista a la alcaldía, Paul Golding, quien dio la espalda a Khan mientras este pronunciaba su discurso de la victoria.
La elección de Khan fue la mejor noticia para Corbyn, quien enfrentaba su primera gran prueba electoral bajo la atenta mirada de sus críticos del partido.
Los laboristas no mejoraron sus resultados anteriores y no capitalizaron el desgaste de los conservadores, en el gobierno desde el 2010.
“En toda Inglaterra había predicciones de que perderíamos municipios. No ocurrió, aguantamos”, manifestó Corbyn a un grupo de militantes laboristas.
Para Matthew Goodwin, profesor de política en la Universidad de Kent, “el Partido Laborista tiene un problema muy serio, aunque la elección de un alcalde laborista en Londres distraerá la atención”.
El laborismo “es tercero en Escocia, por primera vez desde 1910, y no ha conseguido impresionar en el sur de Inglaterra, donde tendrá que despegar si quiere tener una posibilidad seria de ganar en las próximas elecciones generales del 2020”, añadió.
Cameron trató de hurgar en la división laborista.
“Unas elecciones locales para los primeros ministros en el cargo suelen ser días de horror”, dijo el primer ministro a unos militantes conservadores.
Con los resultados escrutados en 118 de los 124 concejos municipales en juego, los laboristas ganaron en 57, uno menos.
En Escocia, el partido independentista SNP ganó 63 de los 129 escaños en juego, donde los laboristas cayeron a la tercera posición, con 24 escaños, por detrás de los conservadores (31), en esta región del norte de fuerte tradición obrera y contestataria donde habían sido hegemónicos hasta hace poco.
Pero respecto a las elecciones del 2011, los nacionalistas perdieron seis escaños, los conservadores ganaron 16 y los laboristas, que no dejan de perder influencia desde que apoyaron al unionismo en el referéndum de independencia de 2014, cedieron 13.