En un memorándum enviado por el departamento de Estado en enero, la embajada estadounidense dice que Silva “ha dejado en claro su preferencia por el Dassault, una referencia a la compañía francesa con la que Boeing está compitiendo”.
El F-18 Super Hornet de Boeing compite con el Rafale de Dassault y el Gripen de la compañÍa sueca Saab AB. Se espera que Brasil otorgue el contrato de $4.400 millones el año próximo.
El cable dice que Silva ha explicado su preferencia por Dassault alegando que esa compañía ofrecía un mejor acuerdo de transferencia de tecnología. Agrega que aunque el interés en la propuesta de Boeing existe, lo cierto es que Silva “está renuente a comprar un avión estadounidense”.
Transferencia. En cables previos dados a conocer por WilkiLeaks, la embajada dijo que aunque la transferencia de tecnología fue aprobada, “los líderes brasileños continúan dudando de la capacidad estadounidense para cumplir”.
En uno de esos cables, la embajada expresó que Boeing era un fuerte contendiente para ganar el contrato, pero que enfrentaba una fuerte oposición política.
“Continúa habiendo una fuerte percepción en círculos políticos que comprarle a Francia sería mejor para los intereses de Brasil”, agregó.
El cable de enero manifiesta, sin embargo, que el ministro brasileño de Defensa Nelson Jobim mostraba un renovado interés en la “cooperación industrial de Boeing, que puede calmar la paranoia brasileña sobre recortes teóricos en los suministros del avión y crear y mantener más empleos en Brasil”.
Existe, no obstante, el enorme obstáculo de convencer a Lula, detalló el cable.