Washington. EFE. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner, dijo ayer que la derogación de partes de la reforma sanitaria y la aprobación de un gran oleoducto que recorrería buena parte del país son las prioridades de los republicanos, ahora con el control del Congreso .
En su primera conferencia de prensa después de las elecciones legislativas del martes, en las que los republicanos ganaron la mayoría en ambas cámaras del Congreso por primera vez desde 2006, Boehner prometió que continuarán los ataques a la reforma sanitaria, aprobada en 2010 y conocida popularmente como Obamacare .
“ Obamacare está dañando nuestra economía, está dañando a los trabajadores de clase media y está dañando la capacidad de crear más empleos”, afirmó el líder republicano en la Cámara baja.
Desde la aprobación de la reforma impulsada por el presidente Barack Obama , los republicanos han votado decenas de veces en la Cámara de Representantes para derogarla, pero el mandatario ha subrayado que no permitirá que desmantelen el que se considera el mayor logro de su presidencia.
Boehner reconoció que es improbable que una derogación de la ley sobrepase el poder de veto de Obama, pero aseguró que su partido se centrará en “reformas de sentido común” a partes de esa ley.
Entre esas reformas, citó la derogación de un impuesto a los dispositivos médicos y la eliminación del llamado “mandato individual”, la pieza central de la reforma, que obliga a los estadounidenses a contratar cobertura sanitaria si no quieren exponerse a ser multados.
El líder republicano también anunció como prioridad del nuevo Congreso, que tomará posesión en enero próximo, la aprobación de una legislación que apoye la construcción del oleoducto Keystone XL, que trasladaría crudo de Canadá al golfo de México.
Obama evalúa desde hace meses la posibilidad de construir el oleoducto y aún no ha tomado una decisión, pese a la presión del Gobierno de Canadá, la empresa constructora TransCanada, la industria petrolera, los sectores empresariales, la mayoría de republicanos e incluso algunos demócratas.
Por el oleoducto se podrían canalizar unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a varios lugares de Estados Unidos.