Bruselas. El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, pidió este lunes a países aliados -especialmente Estados Unidos- que se evite el envío de más armas a Israel, a raíz de la elevada cantidad de muertos en los ataques a la Franja de Gaza.
"¿Cuántas veces hemos escuchado a líderes decir que se está matando a demasiadas personas? El presidente [Joe] Biden dijo que esto es demasiado; que no es proporcional. Bueno, si cree que se está matando a demasiada gente, tal vez debería proporcionar menos armas", dijo.
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Por ello, añadió, "si la comunidad internacional cree que esto es una masacre, que están matando a demasiadas personas, quizás haya que pensar en el suministro de armas", agregó.
Durante una conferencia de prensa, Borrell recordó que Estados Unidos ya adoptó esa decisión en el pasado, en 2006, durante la guerra contra el Líbano.
Esa decisión, dijo, fue adoptada porque "Israel no quería interrumpir la guerra. Es exactamente lo que está ocurriendo en la actualidad".
El diplomático también criticó la intención del gobierno israelí de evacuar a los habitantes de la Franja de Gaza. "¿Hacia dónde los van a evacuar? ¿A la Luna?", se preguntó.
El grupo islamista palestino Hamás ingresó el 7 de octubre a territorio israelí y atacó objetivos militares y civiles, en acciones que dejaron unas 1.160 personas muertas.
En represalia, Israel inició demoledores ataques contra la Franja de Gaza con el declarado objetivo de eliminar a Hamás. De acuerdo con fuentes gazatíes esos ataques ya provocaron la muerte de más de 28.000 personas, en su mayoría mujeres y niños.
Presión sobre UNRWA
En la conferencia de prensa de este lunes, Borrell también criticó la presión israelí para que se desactive la Agencia de la ONU para los Refugiados palestinos (UNRWA), por alegada participación de algunos de sus empleados en los ataques de octubre.
"En el primer año de la escuela de Derecho nos enseñan que si alguien hace una acusación cabe a esa persona probarlo. No al acusado, sino al acusador. Y por ahora no he recibido ninguna prueba de esas alegaciones", dijo.
Para Borrell, el gesto de "creer ciegamente en alegaciones va en contra de un principio básico de la ley. Y nosotros predicamos todo el tiempo el imperio de la ley".
Israel, añadió, "no esconde su intención de que se cancele el trabajo de UNRWA. Todo lo que estoy diciendo es que alegaciones son alegaciones".
"No puedo imaginar que haya una varita mágica para decir que mañana vendrá alguien y facilitará escuelas para tener un millón de jóvenes. Proporcionamos alimentos para siete millones de personas", dijo Borrell en defensa de la continuidad de las operaciones de la UNRWA.
En la misma conferencia de prensa, el director de UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo que no pretende renunciar al cargo.
"Hay un gobierno que pide la renuncia. Quizás haya otras voces, pero no he escuchado a ningún otro gobierno. Y por el momento, mientras crea que podemos seguir haciendo una diferencia, seguiremos haciéndolo", dijo.
La agencia, añadió Lazzarini, tomó tan en serio las acusaciones israelíes de que 12 empleados de UNRWA estuvieron involucrados en el de octubre que despidió a esos empleados y la ONU inició una investigación independiente.