Interrogantes electorales: El futuro político de Venezuela en el 2024

El panorama político venezolano se encuentra plagado de interrogantes en este arranque del año electoral de 2024.

¿Habrá elecciones presidenciales?

En principio, sí, aunque la autoridad electoral aún no fijó una fecha concreta.

El gobierno y la oposición, en negociaciones auspiciadas por Noruega, acordaron que las presidenciales de una sola vuelta se celebren en el segundo semestre de 2024, con la observación de la Unión Europea y otros actores internacionales.

Washington, que desempeña un papel destacado en este proceso, levantó sus sanciones al petróleo, gas y oro de Venezuela por seis meses, condicionando la medida a la apertura de espacios para unas elecciones transparentes.

Maduro, en el poder desde 2013, fue reelegido en 2018 para un segundo mandato de seis años en unos comicios no reconocidos por más de 60 países, incluidos Estados Unidos, quienes denunciaron fraude.

“El gobierno quedó muy debilitado con el aislamiento internacional”, comentó el analista político Ricardo Ríos a esta agencia. “Han logrado superar el no reconocimiento y necesitan mantener una imagen más o menos pulcra”.

Maduro, ¿será candidato?

El presidente venezolano calificó como “prematuro” confirmar si buscará la reelección.

“Solo Dios sabe... No Diosdado, Dios”, expresó Maduro al canal Telesur, haciendo un juego de palabras con el nombre del exvicepresidente Diosdado Cabello, número dos del partido de gobierno. “Esperemos que se definan los escenarios electorales (...), tomaremos la mejor decisión”.

Cabello afirmó que Maduro será el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en 2024, año en que el chavismo celebra 25 años en el poder.

El comentario de Maduro “fue una travesura política”, según Ríos, quien ve al presidente como “una ficha de unión” dentro del oficialismo, caracterizado por divisiones internas y una baja popularidad.

“Está en campaña desde hace más de un año; la sola posibilidad de que no sea el candidato sería evidencia de una crisis tremenda”, añadió el politólogo Luis Salamanca.

Maduro fue el protagonista de la campaña para un referendo que reclama la soberanía venezolana sobre el territorio Esequibo, rico en petróleo, actualmente controlado por Guyana. Este evento fue visto como un termómetro de movilización, aunque las cifras oficiales de participación, alrededor de diez millones de electores, han sido cuestionadas por la oposición y expertos debido a la ausencia de filas en los centros de votación.

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¿La aspirante opositora?

La situación de la líder opositora María Corina Machado es incierta. Aunque arrasó en las primarias de la principal plataforma opositora con más de dos millones de votos (más del 90%), está inhabilitada para ejercer cargos públicos durante 15 años.

Machado impugnó esta sanción ante la corte suprema como parte de un mecanismo creado bajo presión de Washington en el proceso de diálogo. La corte no tiene un plazo definido para tomar una decisión, lo que pone en riesgo su candidatura.

“Si a María Corina Machado le permiten participar legalmente en las elecciones, no hay ninguna duda de que arrasaría”, estimó Salamanca. “Pero tengo muchas dudas; veo una tendencia del régimen a mantenerse y a no permitir una candidatura desafiante”.

La oposición llega a los comicios debilitada por años de divisiones, lo que abre la posibilidad de que líderes alejados de la dirigencia tradicional, muchos de ellos tachados de colaboracionistas, entren en la contienda.

¿Cómo está el país?

Maduro suele destacar la “recuperación económica” de Venezuela, a pesar de que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó un crecimiento del 4,5% en 2023. No obstante, otras firmas privadas han revisado sus proyecciones y hablan ahora de estancamiento.

Tras ocho años de recesión, donde el Producto Interno Bruto (PIB) se desplomó en un 80% debido al colapso de la industria petrolera, el país experimentó un rebote en 2022 tras levantar estrictos controles económicos.

Esto llevó a una dolarización informal y redujo la inflación, aunque esta sigue siendo una de las más altas del mundo.

La flexibilización de sanciones y el retorno de grandes petroleras podrían tener un impacto positivo.

“Estamos esperando una expansión de la economía del 9,7% en 2024″, destacó Asdrúbal Oliveros, director de la firma financiera Ecoanalítica, en un podcast. “Se va a sentir en el sector petrolero, pero también en la actividad comercial”.

Aunque advirtió que será un año de mucha incertidumbre, precisamente debido a las elecciones.