Buenos Aires. El gobierno argentino anunció la suspensión temporal por una semana de la agencia estatal de noticias Télam y valló dos de sus edificios en Buenos Aires, en respuesta al anuncio del presidente, Javier Milei, de cerrar la empresa de 78 años, considerándola un instrumento de “propaganda”.
“Anoche (domingo) nos encontramos con esta decisión brutal del gobierno de llenar de policías y vallas las dos sedes de Télam”, expresó Tomás Eliaschev, periodista y delegado gremial de Télam, a esta agencia.
Eliaschev relató que, junto con los demás empleados, recibió un correo electrónico en las primeras horas del lunes, notificando que el personal estaba “dispensado de prestar su débito laboral por siete días con goce de haberes (sueldo)”.
Con más de 700 empleados, entre administrativos, periodistas y fotógrafos, Télam emite diariamente más de 500 cables con información nacional, unas 200 fotografías y contenidos de video, radio y redes sociales.
“La agencia Télam cumple un rol para la democracia, no solo están afectados los puestos de trabajo de 770 familias, sino también el derecho a la información”, protestó Eliaschev, quien añadió que los trabajadores evalúan medidas en “todos los frentes”: el “político, el gremial y el jurídico” para revertir la decisión.
Manuel Adorni, vocero presidencial, declaró que “esto no tiene nada que ver ni con el pluralismo de la información ni con la libertad de prensa”. Explicó que este año Télam tenía una pérdida estimada de 20.000 millones de pesos y que la decisión se alinea con las promesas de Milei de minimizar el papel del Estado.
Milei, autodenominado “anarcocapitalista”, asumió la presidencia en diciembre con la promesa de reducir al mínimo el papel del Estado.
Previo a la conferencia de Adorni, periodistas acreditados en presidencia expresaron su apoyo a Télam mediante carteles que decían “Télam no se cierra”.

En reconstrucción
El diputado aliado Fernando Iglesias señaló que ya se intentó hacer a Télam autosustentable, imparcial y competitiva durante el gobierno del derechista Mauricio Macri (2015-2019), pero “fracasó por la oposición cerril y extremista” de aquellos que “piden hoy por los derechos de los trabajadores”.
El sitio web de la agencia estaba fuera de servicio el lunes, con un aviso que indicaba “Página en reconstrucción”.
Alrededor de la sede de la agencia en el centro de Buenos Aires, cientos de personas se manifestaron para repudiar la medida con un “abrazo simbólico” al edificio.
“Vine porque es importante para el Estado tener un medio que es, literalmente, el único que es federal, el único que cuando pasa algo en (las alejadas provincias de) Santiago del Estero o en Tierra del Fuego está”, dijo Eric Soto, diseñador gráfico de 27 años, en la protesta.
Martín Becerra, especialista en medios de comunicación e industrias culturales, destacó que está por verse si esto “se concretará en los hechos”.
Afirmó que el gobierno de Milei fue más eficaz para realizar anuncios llamativos que para gestionar el Estado, citando la “improvisación constante en la gestión diaria”.
Agregó que estas acciones forman parte de la “batalla cultural” del gobierno, influida por el expresidente estadounidense Donald Trump y otros sectores de ultraderecha, destinada a culpar a las fuerzas democráticas que las rechazan de “no comprender la pobreza”, cuando en realidad, según Becerra, “la propia política económica de Milei la agrava”.

‘Agencia de propaganda’
Durante su discurso de apertura de sesiones del Congreso el viernes, Milei afirmó que Télam fue “utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”, en referencia al espacio político afín a la expresidenta Cristina Kirchner.
A principios de febrero, el nuevo gobierno argentino decretó la intervención por un año de todos los medios de comunicación estatales para “modificar la estructura orgánica y funcional”.
La medida incluía la radio y televisión pública, la agencia Télam, el portal educativo Educ.ar, el Polo de Producción Audiovisual y el Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (Bacua).
La agencia fue creada el 15 de abril de 1945 por el entonces secretario de Trabajo y tres veces presidente Juan Domingo Perón, en un esquema de capitales mixtos público-privado. En 1959, bajo la presidencia del radical Arturo Frondizi, fue privatizada.
En 1963, el presidente José María Guido clausuró Télam por “difundir informaciones falsas y tendenciosas”. En 1968, el dictador Juan Carlos Onganía decidió su estatización.
