Miami. Un exembajador estadounidense en Bolivia, imputado por ser agente de Cuba durante cuatro décadas, manifestó este jueves su intención de declararse culpable de dichos hechos, según documentos judiciales.
Victor Manuel Rocha, de 73 años, recopiló información de inteligencia estadounidense para el gobierno comunista de Cuba desde aproximadamente 1981, según la acusación.
En sus años como informante, Rocha ocupó cargos destacados en el Departamento de Estado, desde donde pudo acceder a información confidencial de alto nivel e influir en la política exterior estadounidense, según la Fiscalía.
El acusado, que se declaró no culpable hace 15 días, anunció su cambio de parecer durante una audiencia celebrada por la tarde ante un tribunal federal de Miami, en Florida.
El 12 de abril, admitirá oficialmente su culpabilidad ante la jueza Beth Bloom, quien le comunicará entonces su sentencia.
Rocha, un estadounidense nacido en Colombia, llevó a cabo “una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”, según el fiscal general Merrick B. Garland en diciembre.
Entre 1999 y mediados de 2002, fue embajador en La Paz, donde causó polémica al amenazar con retirar la ayuda estadounidense a la guerra boliviana contra las drogas si el izquierdista y exsindicalista cocalero Evo Morales ganaba las elecciones.
Rocha admitió que trabajó para Cuba durante “40 años” en varias reuniones sostenidas en 2022 y 2023 con un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba.
La Fiscalía lo acusa de conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero; actuar como agente de un gobierno extranjero sin el consentimiento previo de su administración; y utilizar un pasaporte estadounidense obtenido mediante declaraciones falsas.
Una demanda por el caso Payá
Los problemas judiciales del exdiplomático van ahora más allá de este caso.
Ofelia Acevedo, la viuda de Oswaldo Payá, un disidente cubano fallecido en 2012, presentó este jueves en Florida una demanda contra Rocha por su supuesta responsabilidad en la muerte de su esposo.
Según el documento judicial, las autoridades cubanas asesinaron a Payá “como resultado directo y próximo de las acciones del demandado como agente encubierto de la dictadura terrorista cubana y de su misión de recopilación de información contra los Estados Unidos”.
Payá, ganador en 2002 del premio Sájarov de derechos humanos del Parlamento Europeo y líder político, murió el 22 de julio de 2012 cuando viajaba en automóvil en Cuba. Tenía 60 años.
Otro opositor, Harold Cepero, de 31 años, falleció en el mismo choque.
Ambos iban acompañados de un político conservador sueco, Jens Aron Modig, y del español Ángel Carromero, que conducía el vehículo.
Las autoridades cubanas acusaron a Carromero de homicidio imprudente por exceso de velocidad, algo que él siempre negó. El español asegura que ese día los embistió un vehículo de los servicios secretos cubanos.
En un informe publicado el pasado mes de junio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluyó que “agentes estatales” de Cuba participaron en la muerte de Payá y Cepero.
“Busco lo que he buscado todo el tiempo: que se sepa la verdad, que se haga justicia y que el régimen y sus cómplices dejen de actuar impunemente”, dijo Acevedo en un comunicado.