Johannesburgo. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, pretende seguir en su cargo, a pesar de verse salpicado por un escándalo por billetes falsos, y no tiene ninguna intención “de dimitir o apartarse”, anunció este sábado su portavoz.
Ramaphosa decidió “no dimitir por un informe equivocado y tampoco se apartará” de la primera línea política, indicó su portavoz Vincent Magwenya.
La figura del presidente sudafricano se tambalea desde la publicación el miércoles de un informe parlamentario en que se reveló que durante un robo en una de sus propiedades encontraron fajos de billetes escondidos en un sofá.
“Por el interés y la durabilidad a largo plazo de nuestra democracia constitucional, más allá de la presidencia de Ramaphosa, se debe cuestionar un informe tan poco riguroso, sobre todo, si este se utiliza para destituir a un jefe de Estado en ejercicio”, explicó su portavoz.
Este escándalo ya había empezado en junio cuando un exresponsable de los servicios de inteligencia, cercano a los detractores de Ramaphosa en su propio partido, presentó una demanda contra el presidente por haber ocultado ese robo, en que encontraron $580.000 en fajos de billetes escondidos debajo de un sofá.
Ramaphosa siempre ha negado los hechos y esa denuncia no ha desembocado, al menos de momento, en una imputación.
El presidente podría ser objeto de un proceso de destitución. El Parlamento se reunirá el martes para votar si activa o no este proceso. No obstante, varios miembros influyentes del Congreso Nacional Africano (ANC, partido gubernamental) ya se posicionaron a favor del mandatario.
El ANC, que lleva las riendas de la política sudafricana desde 1994, designará a mediados de diciembre su próximo presidente en el caso en que esta formación gane las próximas elecciones legislativas, previstas para el 2024.
Antes de la publicación del informe, Ramaphosa era el claro favorito para imponerse en este proceso interno de su formación.
