Caracas. La bancada oficialista retornó el martes a la Asamblea Nacional venezolana luego de dos años de enfrentamientos con la mayoría opositora de ese cuerpo en el marco de un diálogo promovido por el gobierno con fuerzas minoritarias y que busca debilitar al líder opositor Juan Guaidó.
El regreso de 54 diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus organizaciones aliadas pretende, según el presidente Nicolás Maduro, “promover el diálogo”.
“Queremos ahora que se restituya la institucionalización del Poder Legislativo”, afirmó el diputado oficialista Francisco Torrealba poco antes de ingresar al hemiciclo de sesiones acompañado de un grupo de sus compañeros que al grito “leales siempre, traidores nunca” celebraron su regreso.
En declaraciones a la prensa, Torrealba instó a la oposición a que se preste para “facilitar el rescate y el resurgimiento del Poder Legislativo nacional con todas sus atribuciones, con todas sus funciones, para que ellos puedan incluso constitucionalmente ejercer los mecanismo de control”.
Los oficialistas se retiraron de la Asamblea Nacional en el 2017 luego de acusar a la oposición de desacatar decisiones del Tribunal Supremo de Justicia y después de que algunos diputados se postularon para integrar la Asamblea Nacional Constituyente -integrada por el oficialismo- y dirigir algunas gobernaciones y ministerios.
La reincorporación de la bancada oficialista se da como parte de un acuerdo al que llegó el gobierno este mes con un grupo de partidos minoritarios opositores, sin mayor respaldo popular, dejando al descubierto las fracturas entre los sectores adversos a Maduro.
Entre las primeras acciones que se lograron como parte del acuerdo estuvo la excarcelación, la semana pasada, del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Édgar Zambrano, quien había sido detenido en mayo por respaldar a Guaidó durante el fallido alzamiento militar del 30 de abril.
Guaidó se mostró escéptico ante la reincorporación de los chavistas y dijo el martes a la prensa: “Pudiéramos esperar en primera instancia un sabotaje”. El dirigente indicó que espera de los legisladores del gobierno un “apego constitucional, respeto, solución a la gente”.
El bloque que respalda a Guaidó, integrado por más de 80 congresistas, ha descartado que el regreso de los oficialistas pueda representar la pérdida del control del Congreso.
La mayoría opositora de la Asamblea Nacional dio la semana pasada un espaldarazo al líder opositor, de 36 años, al aprobar un acuerdo de “respaldo irrestricto” al político para que continúe dirigiendo el Congreso y se mantenga en el cargo de presidente interino “hasta que se produzca el cese de la usurpación”.
Guaidó asumió el 5 de enero la dirección de la Asamblea Nacional y semanas después juró como presidente encargado de Venezuela logrando el reconocimiento de más de medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos. A inicios de año la mayoría opositora del Congreso declaró que Maduro estaba usurpando el cargo porque había sido reelecto en mayo del 2018 en comicios a los que considera fraudulentos.