Ramala, Palestina. Las servicios de seguridad palestinos infligen de manera “sistemática” malos tratos y torturas a los opositores detenidos que podrían constituir crímenes contra la humanidad, indicó un informe de Human Rights Watch (HRW) publicado el martes.
“El recursos sistemático a la tortura como política gubernamental constituye un crimen de lesa humanidad”, pasible de ser condenado por la Corte Penal Internacional (CPI), dijo Omar Shakir, director de HRW para Israel y Palestina.
La Autoridad Palestina, que gobierna partes de la Cisjordania ocupada, y sus rivales islamistas de Hamás, que controlan la franja de Gaza, utilizan de manera “rutinaria” la violencia contra los prisioneros, las amenazas y las detenciones arbitrarias, según esa organización no gubernamental (ONG).
La violencia incluye golpes, descargas eléctricas o mantener a los prisioneros en posiciones extenuantes, puntualizó en un informe publicado este martes en Ramala, Cisjordania.
“Los dirigentes palestinos van por el mundo hablando de los derechos de los palestinos y, al mismo tiempo, hacen funcionar una máquina opresiva para destruir la disidencia”. Fuad Jarada, periodista
La Autoridad Palestina rechazó las acusaciones de HRW. Por su parte, Hamás propuso recibir a la ONG, pero no obtuvo autorización de Israel para entrar en la franja de Gaza.
Según HRW, los abusos de los servicios de seguridad de la Autoridad van dirigidos principalmente contra miembros de Hamás.
El informe, de 150 páginas, es el resultado de dos años de trabajo, investigación y entrevistas con cerca de un centenar de antiguos prisioneros, testigos y abogados, entre otros.
Los abusos afectan a manifestantes, disidentes, periodistas o blogueros. Según HRW, más de 20 personas fueron detenidas por “un artículo crítico, una publicación en Facebook o por pertenecer a un sindicato estudiantil o a un movimiento político”.
Fue el caso de Sami Al Sai, un periodista de 39 años, sospechoso de tener contactos con Hamás, quien fue detenido en el 2017, golpeado y colgado por las muñecas con esposas, según el informe.
Fuad Jarada, un periodista de 34 años, fue por su parte detenido por los servicios de Hamás en junio del 2017, tres días después de haber criticado al movimiento islamista en Facebook. Estuvo detenido dos meses, más de la mitad en un habitación llamada “el autobús”, indicó el informe.
“Los dirigentes palestinos van por el mundo hablando de los derechos de los palestinos y, al mismo tiempo, hacen funcionar una máquina opresiva para destruir la disidencia”, declaró a la AFP.
Shakir pidió a los países occidentales que suspendan temporalmente su ayuda a la Autoridad Palestina. Hamás ya está muy aislado intencionadamente y Estados Unidos y la Unión Europea le consideran una organización terrorista.
"Omar Shakir, Israel/Palestine director for @hrw & lead researcher on report, said:Abuses happen. When abuses happen, those who carry them out should be held responsible. When you have impunity, abuse continues. There has been impunity for quarter century” https://t.co/s2psx8g5Ra
— Omar Shakir (@OmarSShakir) October 23, 2018
En el 2018, la administración Trump recortó millones de dólares de ayuda a la Autoridad, lo que indignó a su presidente Mahmud Abás, por lo que considera el giro proisraelí de Estados Unidos.
“Este informe confunde política y derechos humanos, y está relacionado con el ‘acuerdo del siglo’, cuyo objetivo es debilitar la Autoridad Palestina”, arguyó Haitham Arar, responsable de Derechos Humanos del Ministerio del Interior de la Autoridad Palestina.
El ‘acuerdo del siglo’ es una referencia al plan de paz de la administración Trump esperado desde hace meses.