Obama presentará su iniciativa durante un discurso que pronunciará poco después del 5 de setiembre, feriado del Día del Trabajo en el país.
Esta presentación dará la pauta para un otoño de enfrentamientos entre el mandatario y sus oponentes republicanos en materia de impuestos, el gasto y la recuperación económica.
Ayer, al término de una gira de tres días en autobús por tres Estados del norte del país, el presidente prometió que propondrá “un plan muy detallado” que “permitirá incrementar el número de empleos inmediatamente, dará a las personas que lo necesiten la ayuda necesaria y mantendrá la deuda del país bajo control”.
El funcionario agregó que el plan de Obama se hará sobre la base de un esfuerzo “equilibrado” para reducir el déficit, que se espera que llegue a $1,6 billones este año.
Por medidas “equilibradas”, Obama entiende aumentar los impuestos a los más ricos para complementar los recortes de gastos. Pero los republicanos se oponen a este enfoque, porque puede afectar el crecimiento de la economía.
El presidente de EE. UU. está cada vez más presionado económica y políticamente. El poco crecimiento económico y un desempleo de 9,1%, ensombrecen sus deseos de reelección en noviembre de 2012.
Y la nueva iniciativa tiene pocas posibilidades de ser aprobada en el Congreso, en donde los republicanos, con la mayoría en la Cámara de Representantes, se oponen frontalmente a cualquier alza de los impuestos o de los gastos.
“La peor cosa que Washington puede hacer a nuestra economía es aumentar los impuestos a quienes necesitamos para comenzar a contratar” gente, dijeron los líderes de la mayoría republicana en la Cámara baja, John Boehner y Eric Cantor, en un artículo ayer en el diario
Para ellos, la supercomisión de la deuda deberá tomar decisiones “difíciles” para reducir los gastos de programas como Medicare, el seguro de salud de personas de la tercera edad, que según ellos, recarga la deuda a largo plazo.