Buenos Aires. El saliente canciller de Argentina, Santiago Cafiero, afirmó en una entrevista a un diario argentino que su país no firmará esta semana el demorado acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, como esperaban Brasil y la presidencia del bloque europeo.
En declaraciones al diario La Nación publicadas este domingo, Cafiero, que dejará su cargo el 10 de diciembre cuando Alberto Fernández ceda el poder a Javier Milei, dio por tierra con las expectativas levantadas la semana pasada por el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, el uruguayo Luis Lacalle Pou, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de cerrar el acuerdo durante la cumbre del Mercosur que tendrá lugar desde el 6 de diciembre en Rio de Janeiro.
“Las conversaciones seguirán y el trabajo realizado es mucho, pero no están dadas las condiciones para firmar el acuerdo”, enfatizó Cafiero sobre el pacto, arduamente negociado -con pausas incluidas- desde hace más de 20 años.
El tratado, cuyas negociaciones concluyeron en 2019 pero que luego chocó con nuevas diferencias entre las partes, “tiene un impacto negativo en la industria del Mercosur, sin reportar a cambio beneficios para sus exportaciones agropecuarias, que están limitadas por cuotas muy restrictivas y sujetas a regulaciones ambientales unilaterales que las exponen a una vulnerabilidad a futuro”, explicó tajante Cafiero.
El viernes, Lula afirmó en la red social X desde la COP28 de Dubái, que el Mercosur y la Unión Europea estaban “cerca de cerrar” el TLC.
Pero las nuevas reglas ambientales adoptadas por la Unión Europea en 2019 suponen “ya hoy mayores costos y restricciones para las exportaciones del Mercosur de alimentos y otros productos”, sostuvo Cafiero, sobre este acuerdo europeo que se volvió un escollo en las tratativas bloque a bloque, en medio de fuertes críticas de Brasil.
El Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) rechazó el “proteccionismo verde” y respondió con exigencias propias, como la creación de un fondo ambiental para apoyar a los países en desarrollo.
“Las demandas del Mercosur están todas sobre la mesa y defienden los intereses del agro y de la industria. Como ya hemos dicho en distintas oportunidades, un acuerdo puede ser beneficioso pero no cualquier acuerdo lo es”, remató el canciller argentino, que participará junto a Fernández en la última gran cumbre del gobierno peronista saliente.
Dos baldes de agua fría
Aunque el presidente electo de Argentina se ha mostrado favorable a rubricar un texto, las declaraciones del ministro argentino a La Nación son un balde de agua fría para las aspiraciones expresadas por Brasil, Uruguay y la propia UE de concretar el acuerdo antes de fin de año, luego de décadas de idas y venidas.
El viernes, Lula se reunió al margen de la COP28 con Von der Leyen y con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a cargo de la presidencia del bloque europeo.
El mandatario brasileño y Von der Leyen coincidieron en que “hubo avances significativos en las reuniones entre los equipos técnicos de los dos lados” en los últimos días, especialmente luego de una comunicación telefónica entre ambos, señaló la Presidencia de Brasil en un comunicado.
“La UE está comprometida a cerrar este acuerdo”, afirmó Von der Leyen en X, junto a una foto con el líder brasileño, a quien le prometió apoyo.
Sánchez celebró en la misma red la reunión “para dar impulso político al acuerdo”, que será un paso “histórico”.
El mismo viernes, el uruguayo Lacalle Pou dijo que esperaba “buenas noticias” sobre el tema en la cumbre de Rio de Janeiro.
Las afirmaciones de Cafiero, que reflejan un postura que Argentina defendió por años, se conocen luego de que el presidente francés, Emmanuel Macron, también le pusiera coto al optimismo el sábado.
Macron, que se reunió con Lula en Dubái, anunció que viajará a Brasil en marzo, precisamente para discutir el acuerdo UE-Mercosur, al cual cuestionó en su forma actual.
Este acuerdo es “completamente contradictorio” con lo que el presidente Lula “está haciendo en Brasil”, afirmó el mandatario francés. El pacto “no toma en cuenta la biodiversidad y el clima” y se reduce a un acuerdo “mal remendado”, que “desmantela los aranceles” como se hacía antes, alegó.
“Cada país tiene derecho a tener su propia posición. Siempre ha sido más difícil llegar a un acuerdo con Francia porque es más proteccionista. La Unión Europea no tiene la misma posición”, opinó Lula el sábado ante periodistas en Dubái. Brasil ejerce la presidencia rotativa del Mercosur.