París. La 28ª conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático (COP28) busca metas ambiciosas para enfrentar el cambio climático. Estas son algunas cifras clave que permiten entender el impacto de las energías fósiles en el planeta.
Récords de calor
La década 2010-2020 fue la más calurosa registrada hasta ahora, con una temperatura media mundial 1,1 ºC superior a la del periodo preindustrial, según el último informe publicado este martes por la Organización Meteorológica Mundial.
El calor provocó récords de deshielo de glaciares y banquisa, y el nivel de los océanos subió de media 4,5 mm al año.
El observatorio climático europeo Copernicus advirtió este miércoles que el planeta alcanzó en noviembre su sexto mes consecutivo de récord de temperatura, de 1,75 ºC superior al nivel de referencia.
El acuerdo de París de 2015 fijó el umbral de calentamiento en 1,5 ºC respecto a la era preindustrial. El año 2023, por ende, será definitivamente el más caluroso jamás registrado.
Los compromisos climáticos tomados sitúan al planeta en una trayectoria de calentamiento de entre 2,5 °C y 2,9 °C para 2100, según afirmó el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) en noviembre.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Las emisiones mundiales de dióxido de carbono aumentaron un 1,1% el año pasado, advirtieron el martes científicos del Global Carbon Project.
El CO2 generado por las energías fósiles representa cerca de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero, considera el UNEP. Sólo Estados Unidos y China representaron un 41% de estas emisiones en 2021.
De 1850 a 2021, Estados Unidos fue responsable de un 19% del calentamiento, seguido por China (12%) y la Unión Europea (10%).
El Global Carbon Project calcula que el gigante asiático aumentará sus emisiones de CO2 en un 4% respecto a 2022.
India, cuyas emisiones se prevén que crezcan un 8% este año, se convirtió en 2022 en el tercer emisor mundial, superando a la Unión Europea.
El 10% más rico de la población mundial emite hasta un 45% de los gases de efecto invernadero, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Reducción de emisiones
Cuando se firmó el Acuerdo de París, las previsiones auguraban un aumento del 16% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
Debido a los esfuerzos por reducir estas emisiones, el aumento que se augura hoy en día es de 3%, según el UNEP.
La cifra es insuficiente. Para tener un 50% de posibilidades de contener el calentamiento global a 1,5 ºC respecto a la era preindustrial, las emisiones deben disminuir un 43% de aquí a 2030 respecto a los niveles de 2019, según el IPCC.
Si no se realizan suficientes esfuerzos, el Global Carbon Project advierte de que es “inevitable” superar el umbral de 1,5 ºC “de manera constante durante varios años”, con una probabilidad del 50% de que esto ocurra en solo siete años.
Metano
El metano, segundo mayor contribuyente al calentamiento global después del CO2, es responsable de alrededor del 30% del aumento de las temperaturas desde la revolución industrial, según el UNEP.
Alrededor del 40% de las emisiones de metano relacionadas con la actividad humana provienen de la agricultura, el 35% de las energías fósiles y el 20% de los residuos.
El UNEP alertó que las emisiones de metano podrían aumentar un 13% de aquí a 2030. Para alcanzar el objetivo de París, deberían reducirse un 60%.
Energía renovable
El sol, el viento y las otras energías renovables son clave para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2050.
Según la Agencia Internacional de la Energía, el desarrollo de energías limpias es la principal palanca para reducir la demanda de combustibles fósiles en más de un 25% para esta década. Permitiría además que las emisiones de CO2 procedentes de la energía disminuyan un 35% de aquí a 2030.