Dubai. En Dubái, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva declaró este domingo que Brasil puede preservar sus bosques y aumentar simultáneamente su producción agropecuaria, momentos antes de abandonar la COP28.
“Quise demostrar que es totalmente posible mantener la selva intacta. Y que podemos plantar lo que queramos”, aseguró el mandatario a la prensa antes de partir hacia Berlín, donde continuará su gira.
“Queremos convencer, no queremos pelear”, expresó.
El gobierno brasileño presentó dos propuestas en la COP28: una interna, enfocada en la rehabilitación de tierras, y otra de solicitud de fondos internacionales para remunerar la preservación de selvas tropicales en cerca de 80 países.
“Tenemos ahora un programa muy serio, que es la recuperación de casi 40 millones de hectáreas de tierra degradada”, explicó Lula da Silva.
“Vamos a poder duplicar la producción. (Y) lo vamos a mantener todo, todo”, sostuvo.
“Con los avances de la genética y la ingeniería, podemos producir mucho más”, añadió.
La propuesta brasileña para los países tropicales consiste principalmente en una cantidad anual por cada hectárea de selva o bosque conservada, con la posibilidad de ser revisada periódicamente.
En caso de desforestación por cada hectárea, se aplicaría una penalidad o descuento equivalente al monto percibido por 100 hectáreas preservadas.
El monitoreo debe incluir un método de vigilancia transparente y aceptado por inversores y beneficiarios.
La deforestación de la Amazonía, que bajo la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) aumentó un 75% frente al promedio de la década anterior, disminuyó un 22% en los doce meses hasta julio de este año, según cifras oficiales.
Según los científicos, frenar la destrucción de la Amazonía es fundamental para evitar que alcance un punto de no retorno, a partir del cual comenzaría a emitir más carbono del que almacena.