El presidente Bill Clinton asumió anoche "la plena responsabilidad" de lo ocurrido en el caso de Mónica Lewinsky, con quien admitió haber tenido una "relación inadecuada" y se disculpó ante el público norteamericano por sus acciones.
En una breve alocución, transmitida anoche en vivo, el mandatario estadounidense, en un tono firme y decidido, reconoció haber engañado a la gente, incluso a su esposa... "Me arrepiento profundamente de eso", dijo.
Dicha declaración rompió con siete meses de reiteradas negativas en torno a haber tenido encuentros sexuales con la expasante en la Casa Blanca. Los desmentidos incluyen una declaración bajo juramento, cuando fue interrogado en el caso de Paula Jones (exfuncionaria de segunda categoría en la gobernación de Arkansas, que lo acusó de acosarla sexualmente).
Su discurso televisado, sumado a su testimonio previo ante el Gran Jurado (véase nota aparte), buscaba poner punto final a un escándalo político sexual, que ha sacudido a su gobierno y que, según los analistas, lo puede poner a las puertas de un proceso de destitución ("impeachment").
Aunque no aceptó haber cometido perjurio cuando declaró respecto a Lewinsky en el marco de una denuncia interpuesta por Jones, el mandatario aseveró que ocultó la naturaleza de su relación con la joven "por vergüenza" y para no tener que admitir una situación que causaría mucho dolor "a los dos personas más importantes en su vida" (en alusión a su esposa, Hillary, y su hija, Chelsea).
No obstante, Clinton fue enfático en afirmar que "hasta los presidentes tienen derecho a una vida privada" y que los hechos solo conciernen a él y a su familia.
Asimismo expresó su "preocupación" por la investigación que, a un costo de $40 millones, ha desarrollado en su contra el fiscal especial Kenneth Starr (de tendencia republicana).
El mandatario criticó el que se estén usando fondos públicos para investigar asuntos privados, en momentos en que el país tiene "serios problemas" que necesitan ser atendidos, y afirmó que es tiempo de que se termine con esta indagatoria de las intimidades de las personas.
Según informaron las agencias de noticias previo al discurso, la versión preliminar de este lo estaban elaborando sus asesores, mientras él rendía declaración -durante cinco horas y media- ante el gran jurado. No obstante, el discurso en definitiva que leyó Clinton ante los medios de comunicación norteamericanos, lo habría escrito él mismo a mano, señalaron sus asesores.