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Ricardo Martinelli buscó sin éxito en el 2004 la presidencia del país. Ayer, cuando emitió su voto en Ciudad de Panamá, el empresario reiteró sus promesas de corte populista que marcaron buena parte de su campaña. | AFP. (ORLANDO SIERRA)
Ciudad de Panamá. AFP y AP. El empresario opositor Ricardo Martinelli ganó ayer de forma indiscutida las elecciones presidenciales de Panamá sobre la candidata oficialista Balbina Herrera, informó el Tribunal Electoral (TE).
El TE declaró vencedor a Martinelli dos horas luego de cerrarse los centros de votación.
Entonces, el político quien basó su campaña en el cambio, llevaba una ventaja de 62% (599.754 votos) ante 37% (364.030) de Herrera y 2,4% (24.539) para el expresidente Guillermo Endara, tras escrutarse el 62,9% de mesas.
Martinelli, al recibir el anuncio oficial del TE, anticipó que va a trabajar en un gobierno de unidad nacional porque “lo que cuenta es el país”.
“Mañana (hoy) todos somos panameños y tenemos que cambiar este país para que tenga una buena salud, buena educación, buen transporte y buena seguridad”, dijo el presidente electo.
En los 2.382 centros de votación con 5.613 mesas en el país se vivieron comicios que transcurrieron pacíficamente. Esta fue la cuarta elección presidencial desde la caída del régimen del dictador Manuel Noriega en 1989.
Los 2,2 millones de panameños convocados ayer también elegían a a 71 diputados a la Asamblea Nacional, 75 alcaldes y 623 representantes de corregimientos para el periodo 2009-14.
Martinelli, de la Alianza por el Cambio (integrada por cuatro partidos), era favorito según diversas encuestas de intención de voto.
El triunfo del opositor interrumpe el intercambio en el poder de las dos fuerzas tradicionales desde la caída de Noriega, el Partido Revolucionario Democrático y el Partido Panameñista.
El político de 57 años no escatimó tiempo ni dinero en una intensa campaña, creativa, humorística y punzante hacia la clase política tradicional, a la que acusó de evadir resolver la miseria local, el deficiente sistema educativo, de salud, el transporte capitalino y más recientemente la crisis de inseguridad.
Herrera perdió simpatizantes por el impacto de la crisis sobre la popularidad del gobierno, pero también porque muchos desconfiaron de sus antiguos vínculos Noriega; enemigo de Estados Unidos.
Martinelli prometió dinero para los adultos mayores que no reciben jubilación, millares de viviendas populares y un tren de $900 millones para Ciudad de Panamá.
Sus adversarios lo calificaron de demagogo y utilizar una fortuna en campaña para alcanzar el poder.
Sin embargo, el empresario entusiasmó a muchos, en un país con casi 40% de pobres y donde las denuncias de corrupción no cesan.
Martinelli, quien debe asumir el 1° de julio para gobernar un lapso de cinco años, recibirá una economía que retrocederá este año debido a la crisis global tras haber crecido sin cesar los últimos cinco años.
También debe encargarse de la culminación del multimillonario proyecto de ampliación del Canal de Panamá a concluir en el 2014.
