Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, el 15 de noviembre “en la zona de San Francisco”, según confirmaron altos funcionarios de la Casa Blanca, que han repetido que desean una “rivalidad” con China, pero no un “conflicto” ni una “Guerra Fría”.
"Nuestro objetivo será intentar tomar medidas que estabilicen las relaciones entre Estados Unidos y China, aclarar ciertos malentendidos y abrir nuevas líneas de comunicación", dijo un alto funcionario, que pidió el anonimato, durante una entrevista con la prensa el jueves. Sus comentarios estuvieron embargados hasta el viernes.
Este será el segundo encuentro entre los dos mandatarios desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, y su séptima conversación desde esa fecha.
Será también la primera visita de Xi a Estados Unidos desde 2017. San Francisco será sede, al mismo tiempo, de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec), que se celebrará del 12 y al 18 de noviembre.
Biden prevé advertir a su homólogo chino que los estadounidenses están "extremadamente preocupados" ante una eventual interferencia de Pekín en las elecciones presidenciales de Taiwán en 2024, afirmó a su vez una alta funcionaria estadounidense.
Estimó que el año que viene, con las elecciones taiwanesas y con las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, podría ser "bastante turbulento" para las relaciones entre Washington y Pekín.
"También estamos preocupados por la intensificación sin precedentes, peligrosa y provocadora, de las actividades militares (chinas) en torno a Taiwán", añadió, indicando que Biden tratará ese tema en la cumbre.
Sin embargo, repetirá a China, que reclama su soberanía sobre la isla, que Washington no apoya la independencia de Taiwán y que, por tanto, la política estadounidense al respecto no ha cambiado.
Comunicaciones militares
Taiwán es uno de los principales puntos de fricción entre las dos superpotencias. China suspendió la mayoría de las comunicaciones militares regulares con Estados Unidos en el verano boreal de 2022, tras una visita de la presidenta de entonces de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla.
Mantener un diálogo con China entre altos funcionarios militares, pero también a un nivel más operativo, es "absolutamente esencial" para evitar malentendidos potencialmente peligrosos, afirmó la alta funcionaria estadounidense.
"Los chinos se muestran reacios y, por lo tanto, el presidente (Biden) presionará resueltamente la próxima semana" para restablecer estas líneas cruciales de comunicación entre las dos potencias nucleares, señaló por su lado el alto funcionario citado anteriormente.
Su colega advirtió que no se debe esperar una "larga lista de resultados concretos", asegurando que el objetivo de la reunión era "gestionar la rivalidad" con Pekín, y que Estados Unidos tenía expectativas "realistas".
Altos funcionarios indicaron que se discutirán los principales temas internacionales del momento, en particular los enfrentamientos militares entre Israel y Hamás.
Biden espera que China "diga muy claramente, como parte de su relación emergente con Irán, que es esencial que (Teherán) no busque intensificar o expandir" este conflicto.
El alto funcionario señaló que esta cumbre tendrá lugar en un contexto en el que Estados Unidos goza de una buena salud económica y mantiene una intensa actividad diplomática para fortalecer sus alianzas en Asia.
El encuentro se desarrollará en varias “sesiones”, como sucedió hace un año en Bali (Indonesia), cuando se reunieron durante unas tres horas al margen del G20, indicaron estas fuentes.