Buenos Aires. La justicia argentina otorgó este miércoles el beneficio de prisión domiciliaria al exjefe policial, Miguel Etchecoltaz, un emblemático represor de la dictadura argentina (1976-1983) de 88 años, condenado a reclusión perpetua.
El tribunal oral federal número seis aceptó darle el beneficio de la detención en su casa debido a su edad avanzada y a varios problemas de salud, de acuerdo al dictamen divulgado a la prensa.
Etchecolatz fue director de Investigaciones de la entonces temible Policía de la provincia de Buenos Aires, entre marzo de 1976 y finales de 1977, y estuvo a cargo de las 21 cárceles clandestinas que funcionaron en ese distrito, el más grande del país.
Unas 30.000 personas desaparecieron en la dictadura, según organismos humanitarios.
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En 1986 primero, y luego entre el 2004 y el 2016, el exjefe policial acumuló cinco condenas, que la justicia de La Plata unificó en una reclusión perpetua.
Además, Etchecolatz está señalado por la desaparición de Julio López en el 2006. El albañil de 77 años era un testigo clave en un juicio en su contra, salió de su casa hacia tribunales y nunca llegó.
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Al pedir el arresto domiciliario, el defensor de Etchecolatz sostuvo que su defendido es “el geronte con mayor edad en institución carcelaria en todo el ámbito penitenciario federal” y que “con sus 88 años y diversas dolencias encuadra dentro de las previsiones” de la ley para otorgarlo.
En Argentina, los presos mayores de 70 años tienen derecho a prisión domiciliaria, pero no se aplica automáticamente sino a criterio de los jueces en cada caso.
Los organismos humanitarios han bregado para que los condenados y procesados por crímenes de lesa humanidad cumplan “cárcel común y efectiva”.
Miguel Etchecolatz fue beneficiado con la prisión domiciliariahttps://t.co/AfIP21H7vx pic.twitter.com/rTqKnUCMxc
— infobae (@infobae) December 28, 2017
El exjefe policial será trasladado desde el penal de máxima seguridad de Marcos Paz (50 kilómetros al oeste de Buenos Aires) para cumplir la detención en su casa de la ciudad de Mar de Plata (400 kilómetros al sur), según el fallo.
En el 2001, Etchecolatz, al igual que el excapitán Alfredo Astiz, entre otros represores de la dictadura, fueron declarados “personas no gratas” por la comuna de Mar del Plata.