Ciudad del Vaticano. Este domingo, el papa Francisco lamentó el fin de la tregua entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza, instando a ambas partes a implementar un nuevo cese el fuego lo antes posible.
“La situación es grave en Israel y Palestina. Nos duele que se haya roto la tregua. Eso significa muerte, destrucción, miseria”, expresó el pontífice, que sufre de bronquitis, en un mensaje leído en italiano por uno de sus asistentes después de la oración del Ángelus.
“Muchos rehenes han sido liberados, pero muchos siguen en Gaza. Pensamos en ellos, en sus familias que habían visto una luz, una esperanza de reencontrarse con sus seres queridos”, continuó, en ese mensaje leído desde su residencia privada y retransmitido en pantallas gigantes en la plaza de San Pedro.
“Hay mucho sufrimiento en Gaza, faltan bienes de primera necesidad”, denunció.
El Vaticano informó el sábado que el Papa, de 86 años, renunciaría a recitar la tradicional oración del Ángelus en la plaza de San Pedro desde la ventana del palacio apostólico en Roma para “evitar exponerse a los cambios de temperatura”.
El jesuita argentino mandó un saludo breve el domingo, antes de que su asistente leyera su texto.
Francisco, que en su juventud fue sometido a una ablación parcial de un pulmón, se vio obligado a anular su visita a Dubái para participar en la conferencia de Naciones Unidas sobre el clima.
En su lugar viajó el número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado.
Parolin leyó el sábado un discurso, en el que el papa pidió a los participantes de la COP un “punto de inflexión” para acelerar la transición ecológica.
El Papa presidió el miércoles su audiencia semanal con dificultades para respirar y con cansancio, y pidió a un asistente que leyera el texto en su lugar.
Francisco, que cumplirá 87 años en diciembre, experimentó varios problemas de salud, incluyendo dificultades en las rodillas, caderas y el colon.