Nueva Delhi. La mayor democracia del mundo inició el miércoles mayor confinamiento del mundo, luego de que las autoridades de India ordenaron que sus 1.300 millones de habitantes se queden en sus casas en un intento por impedir que la pandemia del coronavirus se propague y colapse su frágil sistema sanitario como ocurrió en otros países.
La medida sin precedentes se tomó mientras el número de contagios subía en Europa, Nueva York intentaba habilitar nuevas camas de hospital y los organizadores demoraron los Juegos Olímpicos de Tokio hasta el próximo año.
Los mercados financieros continuaron con sus salvajes altibajos, Wall Street tuvo su mejor jornada desde 1933 y el Congreso de Estados Unidos y la Casa Blanca cerraron un paquete de ayudas de $2 billones.
En India, todo, a excepción de servicios esenciales como los supermercados, estaba cerrado. Las normalmente bulliciosas estaciones de tren de la capital, Nueva Delhi, estaban desiertas y las calles que unas horas antes estaban atestadas de autos, se hallaban silenciosas con unos pocos peatones.
“Nueva Delhi parece una ciudad fantasma”, dijo Nishank Gupta, un abogado. “Nunca antes había visto la ciudad tan tranquila”.
India tiene unos 450 casos de coronavirus, pero su primer ministro, Narendra Modi, advirtió de que si no tomaba medidas esto podría hacer que el país retrocediese décadas.
Más de 422.000 personas se han infectado en todo el mundo y cerca de 19.000 han fallecido por covid-19, la enfermedad provocada por el virus, según el conteo que realiza la Universidad Johns Hopkins.
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Más de 3.000 millones de personas en cerca de 70 países o territorios fueron instadas a permanecer en sus domicilios para luchar contra la propagación de la enfermedad, según un balance realizado el miércoles a partir de una base de datos de la AFP.
La mayoría de los territorios afectados han decretado un confinamiento obligatorio, como es el caso de India, España, Reino Unido, Francia, Italia, Argentina, Colombia y numerosos estados norteamericanos.
Panamá es el último país que se unió a esta lista, y Sudáfrica ya anunció la misma medida para su población a partir del jueves.
Otros han decretado toques de queda, cuarentenas o simplemente han emitido recomendaciones casi obligatorias.
De los aproximadamente 7.800 millones de habitantes del planeta (según evaluación de la ONU), cerca de 2.300 millones están bajo confinamiento obligatorio, en unos 40 países o territorios.
Esas poblaciones, sin embargo, tienen autorización para salir de casa para ir a trabajar si es necesario, comprar artículos de primera necesidad o por razones médicas.
Hay indicios de que las drásticas medidas de aislamiento pueden ralentizar la propagación del virus. En China, la provincia donde se detectó el virus a finales del año pasado, comenzó a levantar su cuarentena poco a poco.
Algunas estaciones de tren y servicios de bus reabrieron en Hubei el miércoles y la gente que pasó controles de salud pudo viajar por fin por primera vez desde enero. En Wuhan, la ciudad en el epicentro de la crisis, se tomarán medidas similares a partir del 8 de abril, aunque los buses y el metro podrían volver a funcionar antes.
En la mayoría de los contagiados, el nuevo coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos, que desaparecen en dos o tres semanas. Pero en otros, especialmente gente mayor o con enfermedades previas, puede manifestarse con un cuadro más grave, incluyendo neumonía o la muerte.
Son estos últimos casos, que a menudo requieren ventiladores y cuidados intensivos, los que amenazan con desbordar los hospitales, que en algunos países ya sufren escasez de los equipos necesarios para tratar a los pacientes y mantener a los doctores y enfermeras a salvo.