En momentos de crisis económica en Europa, esta es una decisión simbólica que se refuerza en el anuncio de que Francia no firmará ningún tratado fiscal si en este no se incluye un paquete que impulse al crecimiento, de acuerdo con declaraciones del nuevo ministro de Economía francés, Pierre Moscovici.
Las entradas del presidente, que desde el gobierno de Sarkozy habían crecido en un 170%, ya no serán de 21.300 euros, sino de 14.910 euros por mes.
El presidente también limitó el número de colaboradores a 15 por ministro y a 10 por ministro delegado, y redujo un 10% la dotación financiera de los gabinetes ministeriales, anunció una portavoz.
Estas medidas figuraban en el programa del candidato socialista, que ha abogado por un ejecutivo “ejemplar”, el cual adoptó ayer una carta deontológica.
Con su gobierno recién estrenado, ya que todos los ministros tomaron posesión de sus carteras ayer, François Hollande volará hacia Estados Unidos tras presidir su primer consejo de ministros en París y luego de una videoconferencia con sus homólogos de Alemania, Italia y Gran Bretaña, para preparar la cumbre del G-8.
Antes de reunirse con sus contrapartes de los grandes países industrializados en Camp David, Maryland, Hollande pasará hoy por la Casa Blanca para un primer encuentro con el presidente Barack Obama.
Algunos temas que se discutirán en el escenario será la salida de las tropas de Afganistán, la energía atómica en Irán y la voluntad de volver a colocar el crecimiento en el corazón de las prioridades de la zona euro.