París. El balance humano de los dos años de invasión rusa en Ucrania se eleva a miles de fallecidos, según Kiev y Moscú, pero la cifra precisa sigue sin conocerse.
Tanto Moscú como Kiev guardan silencio sobre sus bajas militares, y Rusia disimula incluso el número de civiles que fallecieron en los territorios que conquistó, como en la devastada ciudad de Mariúpol.
‘La desconocida cifra de muertes civiles’
Las cifras oficiales de los civiles que murieron desde el inicio la invasión rusa, en febrero de 2022, están muy por debajo de la realidad, ya que no se puede realizar un recuento independiente. La principal razón es la imposibilidad de acceder a los territorios ucranianos ocupados por Rusia.
En junio de 2023, las autoridades ucranianas contabilizaron 10.368 civiles muertos. Pero “creemos que la cifra más probable es cinco veces superior, es decir, alrededor de 50.000″ víctimas, precisó en ese entonces Oleg Gavrych, consejero del jefe de gabinete del presidente Volodimir Zelenski.
Naciones Unidas contabilizó por su parte 10.000 bajas civiles, aunque también cree que el balance es “considerablemente superior”.
Sólo en Mariúpol, la gran ciudad portuaria del sur del país, el asedio ruso dejó al menos 25.000 fallecidos, según las autoridades rusas, que se refieren al momento en que las tropas de Moscú lograron ocupar la urbe, entre febrero y mayo de 2022.
Aún no se difunden cifras de las víctimas en las otras ciudades ocupadas por Rusia, del lado ruso de la frontera, sin embargo, un recuento de 7x7, un portal de noticias locales, contabilizó al menos 145 muertos.
‘Bajas militares’
Tanto de un lado como del otro, los Gobiernos no comunican sobre sus bajas militares, por lo que es necesario referirse a estimaciones de terceros.
En agosto, el diario New York Times citó a oficiales estadounidenses, que del lado ucraniano, evaluaron las pérdidas militares en 70.000 y el número de heridos de entre 100.000 y 120.000, por su parte del lado ruso, registraron aproximadamente 120.000 bajas y entre 170.000 y 180.000 heridos. El 29 de enero, el ministro de Defensa británico, James Heappey, consideró en una respuesta parlamentaria que las pérdidas rusas se elevaban a 350.000 muertos y heridos.
El ejército ucraniano calculó el martes matar o herir a cerca de 405.000 soldados rusos en dos años. El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, afirmó a su vez en diciembre que 383.000 soldados ucranianos fueron heridos o asesinados desde el inicio de la invasión.