La policía abrió fuego contra manifestantes en Mendhar, en la región de Jammu, mayoritariamente hindú, a 80 km de Srinagar, principal ciudad de la Cachemira india, dos días después que 18 personas murieran en la misma región en protestas que se iniciaron hace tres meses contra la autoridad india.
dijo un portavoz de la policía de Jammu.
La policía informó más tarde que en la ciudad de Sopore (norte), había muerto un hombre de 24 años alcanzado por disparos de las fuerzas del orden.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, se declaró "conmocionado" por las muertes, en particular de jóvenes, en las manifestaciones.
Al abrir una reunión dedicada a Cachemira con representantes de los partidos políticos, Singh lanzó un llamado a la calma para que el diálogo permita resolver la crisis.
El primer ministro dijo que un "diálogo significativo sólo puede darse en una atmósfera sin violencia ni confrontación".
En Nueva Delhi, la presidenta del gobernante Partido del Congreso, Sonia Gandhi, pidió al gobierno que escuche las protestas de la nueva generación "que creció envuelta por la violencia, los conflictos y la brutalidad".
El lunes pasado, la represión policial en Cachemira causó la muerte de 18 personas. Con las cuatro víctimas del miércoles, ya son 93 las personas muertas en los últimos tres meses, en manifestaciones que algunos observadores no dudan en comparar con la intifada palestina.
En 1947, esta región de mayoría musulmana quedó dividida entre India y Pakistán, cuando el subcontinente se independizó de Gran Bretaña.