Londres. EFE Amnistía Internacional (AI) exigió ayer castigar a los responsables de haber ordenado o llevado a cabo pruebas de virginidad a algunas manifestantes en Egipto, después de que un alto responsable militar reconociese tales prácticas, que equivalen a torturas.
Un general egipcio declaró a la emisora CNN que las mujeres detenidas el 9 de marzo en la plaza Tahrir de El Cairo fueron sometidas a “pruebas de virginidad”, algo que había negado anteriormente el Gobierno egipcio.
El general, que habló bajo anonimato, justificó esos abusos al señalar al entrevistador: “Esas mujeres no son como su hija o la mía, sino muchachas que han compartido tiendas de campaña con manifestantes varones”.
“Esa admisión (del general) es una justificación totalmente perversa de una forma degradante de abuso. Esas mujeres fueron sometidas ni más ni menos que a torturas” , denunció la principal organización mundial de derechos humanos en un comunicado.
“Las autoridades egipcias deben condenar tales actitudes discriminatorias, abusivas e insultantes, que se han utilizado para justificar las torturas a manifestantes y que se dan a los más altos niveles”, agrega AI.
El grupo recogió testimonios de las mujeres sometidas a esas pruebas y escribió al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas para reclamar una investigación, pero aún no hay respuesta.
El citado general explicó a CNN que si se aplicaron a las mujeres esas pruebas de virginidad fue para que no pudieran decir más tarde que “las habíamos violado, así que se trató de demostrar que eran vírgenes”.
“El argumento del general de que solo las vírgenes pueden ser víctimas de una violación es una actitud sexista hace mucho tiempo desacreditada, además de un absurdo legal. A la hora de determinar si ha habido una violación, es irrelevante que la víctima fuese o no virgen”, afirma AI.
Según la ONG, los responsables de las Fuerzas Armadas deben dar “instrucciones inmediatas” a policías y soldados en el sentido de que ese tipo de pruebas están prohibidas.