Gaza. La guerra de Israel contra Hamás volvió al norte de la Franja de Gaza, donde el ejército del Estado hebreo anunció meses atrás la derrota del movimiento islamista.
Los combatientes palestinos se reagrupó desde que Israel anunció en enero que había “completado el desmantelamiento de la estructura militar de Hamás en el norte de la Franja de Gaza” y que centraba sus esfuerzos bélicos en el centro y el sur del enclave.
El viernes, un portavoz militar dijo a esta agencia que los nuevos combates en la ciudad de Jabaliya, en el norte, eran “quizás los más feroces” en más de siete meses de guerra desencadenada por el ataque de Hamás contra el sur de Israel en octubre.
El sábado, el ejército emitió nuevas órdenes de evacuación para residentes cerca de Ciudad de Gaza, justo al sur de Jabaliya, indicio de que está operando nuevamente en la zona.
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¿Dónde se localizan los combates?
Después de semanas de combates de intensidad relativamente baja y negociaciones indirectas para una tregua que no se alcanzó, las tropas israelíes entraron el 7 de mayo en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza. El ejército presenta esta ciudad como el último bastión de Hamás.
Desde el inicio de las operaciones en Rafah, que según la ONU obligaron a desplazarse a 800,000 civiles, los combates se reanudaron en el norte y el centro del enclave.
Desde entonces, hubo bombardeos israelíes y combates callejeros en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza. Un ataque mató a 31 personas el domingo, según la agencia de defensa civil palestina.
Las tropas israelíes también se enfrentaron a milicianos palestinos en el campo de refugiados de Jabaliya, en el barrio de Zeitun en Ciudad de Gaza y en otras partes del norte de la Franja.
¿Cómo está aguantando Hamás?
Israel prometió “aniquilar” a Hamás tras el ataque del 7 de octubre en su territorio, que dejó más de 1,170 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de esta agencia basado en fuentes israelíes.
Expertos dicen a esta agencia que la amplia destrucción de Gaza a causa de los bombardeos israelíes, que causaron más de 35,000 muertos según las autoridades del movimiento islamista, unido a la falta de una alternativa política creíble, facilitó el reclutamiento por parte de Hamás en estos más de siete meses de conflicto.
“A la vista de la devastación causada entre los civiles palestinos, es bastante fácil reclutar a esas personas para que se unan a la resistencia armada”, dice Andreas Krieg, profesor en el King’s College de Londres.
Según los expertos, la red de túneles de Hamás en Gaza, que se estima cuenta con más de 500 km, no se vio significativamente dañada, y el grupo sigue disponiendo de misiles antitanques “Yasin 105″ de fabricación casera para atacar regularmente a las tropas israelíes.
Los milicianos de Hamás tienen además la ventaja de conocer muy bien el terreno, apunta Michael Wahid Hanna, analista del International Crisis Group. Combaten “en su territorio, y eso genera una verdadera resiliencia”, dice a esta agencia.
¿Por qué le cuesta a Israel cumplir los objetivos?
Israel atacó a altos mandos de Hamás, pero los conocedores afirman que la estructura descentralizada de la organización islamista la hace menos vulnerable a los vacíos de poder.
“Ese es todo el problema con el enfoque israelí. Siempre buscan ir por los líderes. Pero en realidad, (Hamás) es una red, y las redes no se derrumban”, dice Andreas Krieg.
Otro hándicap para Israel son las disonancias políticas en el gabinete de guerra, lo que dañó la cohesión de la estrategia militar.
“No se pueden cumplir objetivos militares a largo plazo si no hay una estrategia política para el día después de la guerra”, afirma Bilal Y. Saab, socio del centro de reflexión británico Chatham House.
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¿Qué daños ha sufrido Hamás?
Según estimaciones, el grupo islamista, en el poder en la Franja de Gaza desde 2007, tenía unos 30,000 combatientes antes del 7 de octubre.
El balance de milicianos de Hamás muertos en esta guerra no está claro. El Ministerio de Salud de Gaza no especifica cuántos combatientes figuran dentro del total de fallecidos en el territorio. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo este mes que murieron 14,000 combatientes islamistas.
Los expertos creen que la organización logró reponer rápidamente su personal. “Por cada miembro de Hamás que matan, los israelíes crean un potencial de reclutamiento de cuatro más, por la ira que genera la muerte de muchos más civiles a manos del ejército israelí”, dice H. A. Hellyer, analista del Instituto Royal United Services de Londres.
Por todos estos motivos, los expertos creen que será muy difícil “erradicar” a Hamás. “Es difícil y poco realista imaginar que Israel puede derrotar por completo a Hamás y erradicarlo”, afirma Hanna, del International Crisis Group.
Saab, de Chatham House, añade que “mientras existan los túneles, los combatientes y el tráfico de armas y materiales, Hamás tendrá cierta capacidad de hacer la guerra”. “La pregunta es: ¿con qué capacidad está dispuesto a convivir Israel?”.