México. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este jueves un incremento en los ataques con explosivos por parte del crimen organizado, el más reciente de los cuales dejó seis muertos, pero se abstuvo de calificarlos como actos de terrorismo.
En su habitual conferencia de prensa, López Obrador declaró: “Es una forma de agresión que se utiliza constantemente. Estamos confiscando explosivos constantemente” en los estados de Michoacán, Jalisco (oeste) y Guanajuato (norte).
La noche del pasado martes, varios explosivos de fabricación artesanal fueron activados al paso de una patrulla de la policía y la fiscalía en el municipio de Tlajomulco (Jalisco), causando la muerte de cuatro policías y dos civiles. Además, otras 14 personas resultaron heridas, de las cuales 12 eran pobladores.
Las autoridades locales atribuyeron el atentado a la “delincuencia organizada”. La región es base del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los cárteles más poderosos con presencia en varios países.
El pasado 28 de junio, un atentado con carro bomba también provocó la muerte de un miembro de la militarizada Guardia Nacional y dejó heridos a otros tres en la localidad de Celaya (Guanajuato), que es escenario de enfrentamientos entre bandas del narcotráfico.
Además de estos actos, se reportan ataques con drones cargados de explosivos desde 2021, según la secretaría de Defensa, y se encuentran minas antipersonas.
Sin embargo, cuando los periodistas le preguntaron, el mandatario izquierdista evitó calificar estos actos como actos terroristas.
López Obrador sostuvo que el terrorismo “está más vinculado a la política ideológica y también a los fanatismos”. Además, pidió “no abrir la puerta” a sectores “ultraconservadores” de Estados Unidos que buscan “excusas y pretextos para vulnerar nuestra soberanía”.
Congresistas del Partido Republicano solicitan que Estados Unidos declare organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos y que se permita al ejército combatirlos donde sea necesario.
Estos legisladores responsabilizan a los narcotraficantes mexicanos de la muerte de decenas de miles de personas en Estados Unidos debido a sobredosis de fentanilo, un opioide 50 veces más potente que la heroína.
López Obrador afirmó: “Hay que estar pendientes de eso porque hay muchos que buscan sacar provecho. Aparte de los zopilotes, están los halcones”. El presidente defendió una vez más un enfoque que priorice la inversión social en las zonas donde opera el narcotráfico en lugar de la represión militar.
Según el gobierno mexicano, durante el transcurso de 2023 se decomisaron unas 414 granadas, en comparación con las 725 de 2022.
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Desde 2006, cuando se puso en marcha una ofensiva antidrogas con la participación del Ejército y la Marina, México acumula alrededor de 350,000 asesinatos, la mayoría atribuidos a las organizaciones narcotraficantes.