Washington. México y Estados Unidos coordinan acciones para localizar a cuatro estadounidenses secuestrados el pasado viernes en la ciudad mexicana de Matamoros, en un hecho en el que murió una persona, informaron este lunes autoridades de ambos países.
"Todo el gobierno está ahí trabajando" en su localización, dijo este lunes el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al confirmar el rapto durante su habitual rueda de prensa.
Durante el secuestro murió un mexicano, señaló por su parte este lunes el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, en un comunicado.
Según el mandatario mexicano, las víctimas son ciudadanos estadounidenses que "cruzaron la frontera para comprar medicamentos en México y hubo una confrontación de grupos y fueron ellos detenidos".
Los estadounidenses llegaron el viernes a Matamoros (estado de Tamaulipas, noreste) en una furgoneta blanca con matrícula de Carolina del Norte, según informó el domingo la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense, FBI.
"Poco después de cruzar a México, hombres armados no identificados dispararon contra los pasajeros del vehículo. Los cuatro estadounidenses fueron introducidos en un auto y sacados del lugar por hombres armados", añadió la agencia policial.
México trabaja con el FBI
López Obrador detalló que el FBI está trabajando con la secretaría de Seguridad de México y mantiene "comunicación" con la titular de ese despacho, Rosa Icela Rodríguez.
Salazar afirmó que "diversas agencias de procuración de justicia estadounidense" colaboran con las autoridades mexicanas "para lograr el regreso a salvo" de sus compatriotas.
El FBI ofrece una recompensa de $50.000 por ayudar a rescatar a las víctimas no identificadas y detener a los sospechosos.
Matamoros está golpeada por la violencia vinculada con el narcotráfico y otras formas de delincuencia organizada.
Las carreteras de Tamaulipas están consideradas entre las más peligrosas de México.
De hecho, desde hace varios meses Estados Unidos mantiene una alerta para que sus ciudadanos se abstengan de viajar a ese estado, debido a los raptos y otros crímenes.
Según esa advertencia, la actividad del crimen organizado allí incluye tiroteos, asesinatos, robos, secuestros, desapariciones forzadas, extorsiones y agresiones sexuales.
El personal de los consulados tiene prohibido incluso viajar por las carreteras secundarias de la región.