Jerusalén. El presidente francés, Emmanuel Macron, propuso este martes en Jerusalén que una coalición internacional luche contra el movimiento islamista palestino Hamás, que atacó a Israel el 7 de octubre.
Sin embargo, la propuesta no convence a los expertos, quienes creen que sería difícil de implementar.
Aún faltan precisiones
En un primer momento, Macron propuso que la coalición contra Daesh (acrónimo en árabe del Estado Islámico) “también pueda luchar contra Hamás.”
El dirigente se refirió a la coalición internacional creada en 2014 bajo el liderazgo de Estados Unidos para combatir al grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
La presidencia francesa precisó después que la idea era “inspirarse en la experiencia de la coalición internacional contra Daesh y ver qué aspectos se pueden replicar contra Hamás.”
“Por tanto, estamos disponibles para reflexionar, junto con nuestros socios e Israel, sobre las líneas de actuación adecuadas contra Hamás”, explicó el Elíseo.
“Los socios, y concretamente Israel, deberán después expresar sus necesidades”, añadió.

Miembros hostiles a Israel
De momento, los expertos dudan de la posibilidad de replicar o inspirarse en la coalición contra el grupo Estado Islámico.
La coalición internacional incluye actualmente a 86 miembros de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea y la Liga Árabe y tiene “al menos una unanimidad diplomática de fachada” en la lucha contra este grupo yihadista, resaltó Elie Tenenbaum, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).
Sin embargo, entre sus miembros, de los cuales Israel no forma parte, “muchos países no comparten en absoluto la postura de Francia respecto a Hamás”, prosiguió, citando entre otros a Líbano, Catar, Jordania, Libia e Irak.
Otro problema, sostiene, es que algunos miembros son abiertamente hostiles a Israel. Cita como ejemplo a Irak, que no reconoce la existencia del país, o Libia, que no tiene relaciones con su gobierno.
La “viabilidad” de extender el perímetro de acción de la coalición internacional contra el EI parece “altamente improbable”, según Tenenbaum, pese a la normalización de relaciones bilaterales entre Israel y varios países árabes desde los Acuerdos de Abraham del 2020.
Hamás, a diferencia del EI, dispone de aliados poderosos en la región, como el Hezbolá libanés, apoyado por Irán, enemigo íntimo de Israel.
Según Renad Mansour, investigador principal del laboratorio de ideas Chatham House, la tarea sería "mucho más difícil" para una coalición de este tipo, que además, podría proyectar la imagen de ser una estructura pro-israelí.
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Sin apoyo popular
El Estado Islámico se apoderó de algunos territorios de Siria y de Irak, como Mosul o Raqa, que gobernaba “de forma muy brutal” y donde se solían cometer “atrocidades” contra “la población” local, recordó Mansour.
Así, la coalición internacional gozaba "de un amplio apoyo autóctono, local y regional para eliminar" al EI, agregó.
El movimiento islamista palestino, por su parte, llegó al poder en la Franja de Gaza tras su victoria en las elecciones del 2006. Y, si bien en la actualidad la población sufre de grandes carencias, no desafía abiertamente a Hamás.
Riesgo de escalada en Irak y Siria
Héloïse Fayet, investigadora sobre Oriente Medio en el Centro de Estudios de Seguridad del IFRI también se mostró cautelosa respecto a la iniciativa planteada por Macron.
"Desde hace 10 días, varias bases de la coalición en Irak y en Siria han sido atacadas con ayuda de drones y cohetes" por grupos chiitas próximos a Irán, apuntó en la red social X (antes Twitter).
Extender la coalición a la lucha contra Hamás "podría aumentar ese riesgo", explicó la experta, que instó a Macron a "aclarar esas declaraciones para no generar falsas esperanzas o una escalada".
Reconstrucción
Las coaliciones contra los grupos terroristas no se limitan a operaciones en el terreno: en el caso de la coalición contra el EI, se formó a las fuerzas iraquíes y los socios compartían información, especialmente sobre la lucha contra la financiación del terrorismo, subrayó Tenenbaum.
Algunas de esas misiones, que engloban "la estabilización y la reconstrucción de zonas liberadas", pueden tener "su lugar en la lucha contra Hamás", observó el investigador.
Pero, más que una coalición anti-Hamás, la formación de una coalición para una resolución del conflicto israelo-palestino seguramente “contaría con un apoyo mucho más amplio”, afirmó.