Saná. EFE. Los dos primeros aviones de ayuda humanitaria lograron aterrizar ayer, en la castigada capital yemení, Saná, con 32 toneladas de material, mientras la aviación árabe dirigida por Arabia Saudí continuaba golpeando objetivos de los rebeldes hutíes en todo el país.
Las naves trajeron 16 toneladas de productos aportados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) , para cubrir las necesidades médicas de 80.000 personas y las alimentarias de 20.000 niños. También acarrearon una cantidad similar de medicamentos, vendas, material quirúrgico, y sueros y plasma intravenosos. Lo envió la Cruz Roja, para tratar a entre 700 y 1.000 heridos graves.
Estos dos aviones, los primeros de ayuda en tocar suelo yemení desde el comienzo de la Operación Firmeza contra los rebeldes chiitas, se suman a las dos embarcaciones de Médicos Sin Fronteras y Cruz Roja, que atracaron el miércoles en el puerto de la ciudad de Adén con suministros prioritarios.
Tarea complicada. La afluencia de la primera ayuda, enviada desde Yibuti, fue posible después de largos días de duras negociaciones con las partes en conflicto y continuas e infructuosas llamadas internacionales para establecer un alto el fuego.
Fuentes del aeropuerto de Saná informaron de que los dos aparatos no pudieron despegar debido a los continuos bombardeos de la coalición que encabezan los saudíes y en la que también participan Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Kuwait, Catar, Egipto, Jordania, Marruecos y Sudán.
El jefe del equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Yemen, Cedric Schweizer, indicó que “estos suministros representan la diferencia entre la vida y la muerte para las personas heridas en este conflicto”.
Tras la llegada del primer cargamento aerotransportado, que el CICR espera que continúe con la llegada hoy de 21 toneladas, Schweizer advirtió de la existencia de “denuncias inquietantes”.
“Los centros de salud se deterioran debido a los daños colaterales. Las ambulancias son objeto de robo en Adén, y se ataca a los trabajadores de salud. Esto es inaceptable. Los heridos y los enfermos tienen derecho a ser atendidos, y se debe permitir que el personal médico haga su trabajo sin temor a sufrir ataques”, declaró en un comunicado.
Según la nota, el aterrizaje del avión estuvo precedido de la llegada a Adén, el miércoles, de un equipo quirúrgico integrado por cinco miembros.
“Este es un importante logro, y se lo agradecemos a todos los que lo hicieron posible. Esperamos que la coalición y las otras partes en el conflicto sigan cooperando y apoyando nuestros esfuerzos por seguir aportando socorro”, manifestó Schweizer.
Desde Ginebra, el responsable en Yemen de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación Humanitaria (OCHA), Johannes Van Der Klaauw, también se sumó ayer a los llamamientos a un alto el fuego humanitario.
“Estamos pidiendo insistentemente que necesitamos acceso, espacio y tiempo para poder entrar a ayudar”, señaló Klaauw sobre el conflicto que, según distintas fuentes ha cobrado la vida de entre 600 y 1.000 personas en las dos últimas semanas.
La operación “Tormenta de Firmeza” comenzó el 26 de marzo para intentar detener el avance de los milicianos hutíes hacia Adén, donde el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, refugiado en Riad, mantenía su sede.