Krymsk, Rusia. AP y EFE Ayer, en medio de un día de luto, declarado por el Gobierno ruso a causa de las inundaciones en Krymsk que cobraron la vida de 117 personas, la indignación pública se sumó a las lágrimas de los afectados cuando el ministro de Manejo de Emergencias reconoció que las autoridades no alertaron sobre las lluvias.
“Las autoridades no advirtieron adecuadamente a los residentes en la región del mar Negro de las inundaciones”, declaró el funcionario Vladimir Puchkov.
El Ministerio de Manejo de Emergencias dijo que había enviado advertencias a través de mensajes de texto, pero algunos residentes locales afirmaron que nunca recibieron las alertas.
A pesar de que insistió en el carácter natural del desastre, Puchkov reconoció bajo presión que las advertencias a los residentes fueron insuficientes para alcanzar a tiempo a todos.
Responsabilidad. A raíz de la situación y negligencia de los funcionarios encargados, el gobernador de la región costera rusa de Krasnodar, destituyó ayer al jefe de la provincia de Krymsk.
El mal manejo del desastre ha puesto de manifiesto la desconfianza de los rusos hacia su gobierno y el presidente Vladimir Putin ha tratado de actuar con rapidez para contener la ira. El mandatario viajó el fin de semana a la región de Krasnodar en el sur de Rusia.