Basora, Irak. AFP. Al menos 53 personas, entre ellas muchos niños y mujeres, murieron ayer en un atentado suicida en Irak, en plena conmemoración del Arbain, una de las principales celebraciones religiosas chiitas, en un nuevo ataque contra peregrinos de esta confesión
El atentado dejó, además, 137 heridos y se produjo en las afueras de Basora, al sur de Bagdad, durante una distribución de alimentos a los peregrinos que se dirigían hacia un lugar dedicado al imán Alí, figura esencial del islam chiíta.
Según un testigo, un soldado vio al sospechoso, que distribuía víveres a los fieles, e intentó controlarlo, pero no lo logró ya que el kamikaze se hizo estallar “en momentos en que pasaba un grupo de mujeres y niños”.
Los atentados son frecuentes en este período de conmemoraciones religiosas pese a las estrictas medidas de seguridad. Sin embargo, esta ola de violencia no desanima a millones de chiítas a dirigirse hacia Kerbala, tradición secular que fue interrumpida durante la dictadura de Sadam Husein.
“Nosotros desafiamos a los terroristas. Jamás nos someteremos ante sus acciones”, recalcó uno de los peregrinos, Mehdi Husein.
En total, unos 15 millones de peregrinos hicieron este año el viaje, según las autoridades locales. Los chiítas representan al 15% de los musulmanes en el mundo y son mayoritarios en Irak .
Esta ola de atentados se produce en plena crisis entre los bloques políticos sunitas y chiítas de Irak y aumenta la posibilidad de un resurgimiento de ola de violencia confesional que ya dejó decenas de miles de muertos entre 2006 y 2007.