Los candidatos principales son siete: Romney, Ron Paul, Rick Santorum, Newt Gingrich, Rick Perry, Michele Bachmann y Jon Huntsman. Sin embargo, este último optó por obviar las elecciones primarias en el pequeño estado rural de Iowa y concentrarse en la contienda de Nueva Hampshire el 10 de enero.
El objetivo de los aspirantes es derrocar al presidente demócrata cuyo manejo de la economía, hoy con un desempleo del 8,6%, irrita a los votantes más conservadores.
El país tiene los ojos puestos en Iowa donde de 120.000 a 150.000 votantes republicanos de este estado deberán pronunciarse en las 1.774 asambleas o
Estas asambleas de electores se parecen a reuniones de vecinos en las que todos tienen derecho a votar. Una victoria en Iowa no garantiza la nominación, sin embargo, eleva las posibilidades del candidato pues se vuelve una referencia de cómo seguirá el proceso y suele influir en el cierre de este. Un fracaso puede ser imposible de superar.
En el 2008, en el terreno demócrata, Obama ganó el
Mitt Romney, el candidato republicano favorito desde el 2008, terminó en segundo lugar hace cuatro años en Iowa. Esta vez hizo campaña allí más discretamente, antes de redoblar esfuerzos en últimos días.
Le siguen Ron Paul con 22% y Rick Santorum con 15%.
Hace varios días la campaña se intensificó, con los tradicionales eventos “meet and greet” (conocer y saludar) en que los aspirantes tratan de convencer a los indecisos.
Hoteles, cafés, restaurantes, bibliotecas o museos; cualquier lugar público es bueno para que los aspirantes divulguen sus propuestas.
El sábado, Rick Perry y Rick Santorum llamaron a los republicanos de Iowa a no “fijarse” en una sola persona, refiriéndose a Romney, que lucha por atraer a la franja conservadora republicana.
Después de las primarias de Iowa y Nueva Hampshire, tendrán lugar las votaciones en Carolina del Sur el 21 de enero y Florida el 31 de enero. El 6 de marzo, una docena de estados se pronunciarán el mismo día, en una jornada conocida como el “supermartes”.