Convocados por España, que ejerce la presidencia de turno de la UE, jefes de Estado y de Gobierno y cancilleres de 60 países a uno y otro lado del Atlántico aprobaron, en Madrid, un comunicado conjunto, en el que se plasma la voluntad de colaboración en materias como cambio climático, nueva arquitectura financiera y reforma de foros multilaterales.
Más allá de alguna referencia a la inmigración y la creación de un novedoso instrumento de inversión europea en América Latina, la sensación es que, políticamente, muchos asuntos relevantes se quedaron en el tintero.
En un encuentro en que la palabra más repetida fue crisis, los problemas de solvencia que enfrenta el euro pudieron más que la presencia de la mayoría de presidentes latinoamericanos. Salvo el presidente francés, Nicolás Sarkozy, casi ninguno de los grandes líderes europeos –Alemania, Italia o Reino Unido– se presentó en Madrid.
“Todos sabemos que vamos demasiado lento”, resumió en su intervención el presidente de Chile, Sebastián Piñera. “Los problemas van más rápido que las soluciones. Nos estamos quedando atrás”.
El resultado más plausible de la sexta cumbre Unión Europea-América Latina-Caribe fueron los acuerdos comerciales, que se firmarán hoy, miércoles. Europa consiguió cerrar un gran acuerdo regional con Centroamérica, en materia comercial, política y de cooperación para el desarrollo.
La idea favorece la creación de un espacio de libre comercio, con menos barreras arancelarias, entre los 27 socios europeos y el bloque centroamericano, que está integrado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
“Los días adicionales de negociación que hemos tenido nos depararon un resultado muy bueno, mejor que el último paquete de cierre que había presentado la UE en Guatemala. La espera valió la pena”, expresó en un comunicado la ministra costarricense de Comercio Exterior, Anabel González.
Europa firmará un acuerdo comercial de similares características con Perú y Colombia. En la misma línea, la cumbre de Madrid marcó un esperado relanzamiento del diálogo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), suspendido desde 2004.