La gerente de clima de inversión de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), Vanessa Gibson, estimó que el país tiene una sólida base en su sistema educativo, pero dijo que ahora debe replantearse.
Señaló la necesidad de recalibrar los contenidos de las carreras, introducir nuevas especialidades y lograr que el tico aprenda a ser autodidacta.
¿Cómo logra el país cambiar la demanda laboral?
Porque tenía un sistema educativo que le apostó desde hace muchos años a realmente a educar a la población y llevarla a niveles de instrucción superiores. Ahora, ¿qué abre esto? Estamos reinventándonos todos y el país.
¿Entonces tenemos algunas ventajas o fortalezas?
Claro porque no vamos a arrancar de cero. El nivel educativo del país permite también que la gente tenga la capacidad no solamente de instruirse por los mecanismos formales sino que también tiene el nivel para ser autodidacta. El sistema educativo es fuerte, pero ahora tiene que replantearse y poder comenzar a atender más estas nuevas áreas, la transformación no solamente de los puestos, sino los perfiles, las habilidades .
¿Pese a ser fuerte, cómo se adecúa el sistema educativo?
Bueno, yo diría con el recalibramiento de los contenidos de las carreras, el que nos embarquemos a traer carreras nuevas al país aunque hoy no parecieran ser demandadas. Es decir, tener una capacidad de prospección no solamente a nivel local porque también pequeños y medianas empresas van a necesitar aún más de que la academia los apoye. También, porqué no, comenzar a echar mano de una serie de herramientas como las certificaciones
¿Qué requerirá el mercado en unos 10 años?
El tema de las habilidades, pero ya no las tradicionales habilidades blandas (trabajo en equipo y ese tipo de cosas) sino que son habilidades de un contexto de un mundo totalmente conectado, donde todos vamos a tener que aprender a programar aunque sea la tele.