Moviéndose como un bailarín y luciendo una “sonrisa” en su rostro de cristal, un robot me recibió en el lobby de un hotel de San José y me guió hacia la recepción, donde una persona me atendería. En el camino, se topó con Flashbot, otra máquina similar que llevaba alimentos a un huésped del establecimiento.
El afitrión que me recibió se llama Kettybot y es una de los tres asistentes robóticos que el Hotel AC Marriot en Escazú reclutó. Estos colaboradores electrónicos tienen diferentes funcionalidades y están disponibles para el público desde las últimas semanas de mayo.
La llegada de estas máquinas se debe a un acuerdo entre el hotel y la empresa Belca Foodservice, quienes acordaron el uso de los tres dispositivos. En el 2022, Kettybot pasó por un periodo de prueba en el restaurante Burger King, donde su función era dejar y recoger bandejas de las mesas.
Genaro Morales, subgerente general de multipropiedad del AC Marriot, explicó que los clientes han mostrado entusiasmo por la implementación de la tecnología, y los colaboradores del hotel incorporaron las máquinas en su rutina diaria, lo que permite realizar tareas menos operativas y tener más tiempo para otras actividades.
Además de Kettybot, Flashbot puede usar los elevadores del hotel para hacer entregas y notificar la llegada a la habitación por medio de una llamada. También, cuenta con un sistema de anticolisión inmediato que hace que el robot se detenga al acercarse a personas u otros objetos. A estos dos robots se une CC1, diseñado para la limpieza, capaz de mantener limpios hasta 1.000 metros cuadrados por hora.
Manfred Bucher, director comercial de Belca, la empresa que suministra los aparatos, explicó que la compañía cuenta con un total de 21 robots, de los cuales 19 son del modelo Kettybot. Actualmente, solo los tres robots del Hotel AC Marriot están en funcionamiento en Costa Rica. Los demás operan en cadenas de comida rápida como Wendy’s, KFC y Pizza Hut, en El Salvador, Guatemala y México.
Bucher mencionó que están en medio de negociaciones para colocarlos en algunas cadenas dentro de territorio costarricense.
“Tenemos la posibilidad de traer rápidamente más robots, pero primero queremos probarlos y crear un manual hecho en Costa Rica y no basarnos en un manual internacional. Igual esto requiere muchísima programación. Con el Kettybot tuvimos que trabajar dos años antes de ponerlo a funcionar”, explicó Bucher.
¿Eliminación o reemplazo de empleos?
Nicole Smith, encargada de áreas públicas del AC Marriot, expresó a La Nación que cuando le dijeron que implementarían los robots, sintió temor de que le quitaran su empleo. Sin embargo, mencionó que en las últimas semanas, Francisco (como le llaman a Flashbot) facilitó su trabajo.
“Tenía ese miedo. Yo decía que nos van a llevar y nos van a quitar el trabajo, pero ha facilitado más a la hora de entregar las cosas a las habitaciones y nos ha dado alivio porque antes se recargaba mucho el trabajo”, mencionó.
El encargado de Belca opinó que existe un temor “natural” de que las nuevas tecnologías eliminen puestos de trabajo. Según indicó, la experiencia de la compañía muestra que las máquinas facilitan y agilizan el trabajo, lo que resulta en un aumento de contrataciones.
“Nuestra experiencia ha sido que a través de la tecnología se potencian a las personas. Liberamos a las personas de tareas repetitivas de poco valor y les permitimos dedicarse a gestiones que mejoran la experiencia de los clientes y la gestión del negocio, haciendo que el negocio crezca y requiera aumentar la contratación.
Juan Carlos Brenes, profesor e investigador en robótica de la carrera de ingeniería mecatrónica del TEC, explicó que esto es solo el comienzo de la implementación de la robótica en el servicio al cliente, y se espera que su uso aumente y se vuelva cada vez más común.
“Por ahora, los robots van a hacer tareas repetitivas, lo más básico, lo más aburrido y lo más sencillo”
— Juan Carlos Brenes, investigador en robótica del TEC
Brenes señaló que es una realidad que con el avance y la implementación de más robots se eliminarán ciertos empleos, pero también se abrirán nuevas oportunidades. A pesar de esto, el experto en robótica afirmó que los empleos que se eliminarán serán de baja calificación, mientras que se crearán empleos de calificación alta.
Por ejemplo, un robot que se dedica a barrer no será perfecto y requerirá mantenimiento, probablemente a cargo de un técnico que solucione cualquier problem, según Brenes.
“La responsabilidad está en las autoridades del Estado, para asegurarnos que la gente que quiera aprender pueda hacerlo. Hay que discutirlo y promover muchas oportunidades de capacitación para gente de todas las edades”, concluyó el investigador de la universidad pública.