La crisis sanitaria cambió los patrones de consumo en Costa Rica e impactó a los principales dinamizadores del comercio y los servicios. Ante el impacto económico los hogares redujeron principalmente el gasto destinado a la compra de ropa y zapatos (44%), comidas fuera del hogar (41,6%), recreación o entretenimiento (40,5%) y transporte o combustible (39,7%).
Así lo reveló el capítulo “Variaciones en el consumo de los hogares debido al covid-19” del estudio “Actualidades 2020: Encuesta Nacional sobre covid-19”. El análisis fue elaborado por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR) y se publicó el 16 de diciembre.
Durante esta coyuntura, mientras unos gastos se desaceleraron otros aumentaron. Tal es el caso del dinero que se destinó para el pago de servicios básicos como agua, luz o electricidad (57,1%), telefonía o Internet (52,1%) y alimentos preparados dentro del hogar (37,2%).
“La gente al pasar más tiempo en sus casas y hacer teletrabajo, aumenta el gasto en agua, electricidad o Internet”, manifestó Melany Jiménez, investigadora del capítulo “Variaciones en el consumo de los hogares debido al covid-19”.
Entre los hogares con mayores dificultades económicas el gasto en ropa y zapatos disminuyó 52,1% y el de alimentos preparados dentro del hogar cayó 30,7%.
Estas familias también vieron crecer el gasto en agua, luz o electricidad (65,4%), telefonía o Internet (43,2%) y transporte y combustible (28,9%).
“Quizás estos hogares tienen más dificultades para obtener recursos y por eso aumentan los gastos de transporte”, afirmó el investigador Danerick Alpízar.
El estudio también reveló que los consumidores que tienen más capacidad de ahorro aumentaron el gasto en reparaciones de vivienda (20,9%) y en comidas fuera del hogar o restaurantes (18,1%).
“Las personas que pueden ahorrar están más dispuestas a gastar en otras cosas que no son tan necesarias para sobrevivir y pueden dirigir sus ingresos a reparar un techo, una gotera, pero los que no pueden ahorrar pues deben velar por las necesidades de cada miembro para destinar el dinero a otros rubros”, agregó Alpízar.
Los hogares que experimentaron una afectación laboral disminuyeron el consumo en casi todos los rubros. En este caso el porcentaje promedio fue del 25,2%, mientras para los que no tuvieron un impacto a nivel laboral el promedio de reducción del gasto fue del 19%.
Comercio sufre impacto prolongado
Los datos los confirma el sector comercio que desde el 2019 daba señales negativas, las cuales se agudizaron en el 2020 con la llegada de la pandemia, comentó Jairo Mena, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica.
Durante enero, febrero y marzo la variación interanual mostraba una contracción de 0,5%; 0,9%; y 1,4% respectivamente, según la tendencia ciclo del Índice Mensual de Actividad Comercial (IMAC).
Aunque el primer contagio de covid-19 se dio en marzo, el sector mostró mayor impacto un mes después cuando mostró una contracción del 15,1%. La pronunciada caída se mantuvo por casi seis meses y fue hasta octubre que hubo un leve respiro cuando la desaceleración fue del 13,9%.
Ante este panorama el sector solicita más margen para operar.
“Con el consumo definido y constante que hay en este momento no se va a reactivar la economía. Se necesita generar empleo y que se restablezca el 100% del aforo, para operar con el 100% de la mano de obra y generar el empleo que estaba antes de la pandemia”, dijo Mena.
Ante el complicado panorama que se avecina y que trae nuevas medidas para contener la propagación de la covid-19, la cámara solicita mayor proactividad de los poderes Ejecutivo y Legislativo para agilizar los proyectos de ley que pueden ayudar a reactivar la economía como el proyecto Ley de Incentivos para la Sobrevivencia de Negocios y Promoción de la Formalidad ante el covid-19 (expediente 22.108).