La cantidad de países que cayeron en el incumplimiento del pago de su deuda soberana (default) alcanzó cifras récord en 2022, según informó la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings, en un reporte especial publicado este miércoles 29 de marzo.
En total, los cinco países que están en ‘default’ actualmente son Bielorussia, Líbano, Ghana, Sri Lanka y Zambia. Desde 2020, hubo 14 eventos separados de impago de la deuda en nueve países distintos, donde se suman Argentina, Ecuador, Surinam y Ucrania. Entre los años 2000 y 2019 hubo 19 incumplimientos de pago en 13 países
La firma también advirtió de que la calificación soberana del mercado general cayó a un mínimo histórico, posicionándose en ‘BB-’ (especulativo) para inicios del 2023. Esto quiere decir que más países aumentaron su probabilidad de alcanzar el incumplimiento en algún momento en el futuro.
Además de los países que ya están en default, los peor calificados son Argentina (C), El Salvador y Ucrania (CC), Etiopía y Pakistán (CCC-); y la República del Congo, Mozambique y Túnez (CCC+). Argentina, El Salvador y Ucrania son los países que mayor riesgo de incumplimiento tienen, según el sistema de calificación de Fitch.
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Cuando un Estado cae en default, este tiene consecuencias negativas en todo su sistema económico, y afecta desde a un individuo hasta todo el sistema financiero de ese país.
Al incumplir con los pagos de la deuda, tanto entidades internacionales como nacionales no financiarían más a ese gobierno, por lo que la obtención de recursos externos se dificulta.
Costa Rica mejora
Caso contrario ocurrió a Costa Rica pues a inicios de marzo del 2022, Fitch Ratings mejoró su calificación de riesgo. De esta manera, la calificación del país pasó de una nota B (altamente especulativo) a BB- (especulativo), con una perspectiva estable.
En total, Costa Rica subió dos escalones de acuerdo con la escala de Fitch Ratings: luego de B sigue B+ y a continuación la BB-. Esto quiere decir, también, que Costa Rica se coloca justo en el promedio de la calificación de riesgo soberana del mercado general.
Esto tiene un impacto positivo en las tasas de interés que debe pagar el país y en la confianza que generan sus bonos en el mercado.
Además de Fitch, existen otras agencias calificadoras como Standard & Poor’s (S&P) o Moody’s que también pueden declarar a un país en default.
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En febrero, por ejemplo, S&P también elevó la calificación de riesgo crediticio del país desde ‘B’ hasta ‘B+’, también con perspectiva estable.
Tanto Fitch como S&P atribuyen los buenos resultados de Costa Rica a la buena y estricta implementación de la regla fiscal durante los últimos años. Eso, según las calificadoras, ha tenido resultados positivos en las cifras fiscales del país, que en 2022 alcanzó su primer superávit primario en más de una década.