La variación interanual (de cada mes respecto al mismo mes del año anterior) del índice de precios al consumidor alcanzó un 2,41% en enero, informó la mañana de este miércoles 7 de febrero, el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Con este resultado se frenó la aceleración que mostró la inflación en octubre, noviembre y diciembre, con indicadores interanuales de 2,33%; 2,49% y 2,57%; no obstante se mantiene dentro del rango meta del Banco Central, que es entre 2% y 4%.
Solo en enero el indicador subió un 0,41%.
El índice de precios al consumidor mide la evolución del valor de un grupo de 315 bienes y servicios representativo del consumo de los habitantes de 393 distritos con zonas urbanas; área que concentra el 73,05% de la población total del país y el 82,01 % del gasto de consumo total.
De los 315 bienes y servicios que integran la canasta de consumo, 61 % aumentaron de precio, 31% disminuyeron y 8 % no presentaron variación en enero.
Durante enero, los bienes y servicios que mostraron un mayor efecto positivo (por que subieron y porque son importantes en los presupuestos de los hogares) fueron: papa, educación universitaria y paquetes turísticos. Por otra parte, tomate, gasolina y sandía figuraron como los principales con mayor efecto negativo.
El indicador sirve a los hogares para ver cuánto ingreso más requieren para mantener su poder de compra, pero además es utilizado para la definición de los aumentos salariales, el impuesto a los combustibles y los alquileres, entre otros.
Para el economista Hermann Hess, la inflación sigue siendo moderada y dentro de las metas y expectativas del Banco Central.
"Lo que más preocupa en este momento es la tendencia alcista del crudo a pesar de la baja coyuntural, en el contexto del déficit fiscal y el potencial de aumento en las tasas de interés", comentó.