El crédito en colones se mantiene estancando y en dólares ha disminuido, lo cual indica que en lugar de pedir prestado algunos clientes han pagado sus préstamos en esta moneda.
De acuerdo con los datos del crédito del sistema financiero al sector privado que publica el Banco Central, el saldo de los préstamos en colones apenas se movió 0,5% en octubre del 2020, respecto al mismo mes del año anterior (variación interanual). Desde enero pasado, además, muestra tasas interanuales de crecimiento menores al 2%.
El saldo del crédito en dólares, por su parte, expresado en dólares para excluir el efecto de variaciones en el tipo de cambio, cayó en octubre un 2,4% respecto al mismo mes del año anterior, con lo cual continúa con las reducciones que ha mantenido desde el 2019.
Varios especialistas del sector financiero indican que los problemas de empleo e ingresos, menores ventas de las empresas e incertidumbre hacen que las personas y empresas no se animen a solicitar crédito.
También las mismas entidades han rechazado clientes por falta de capacidad de pago o deterioro en el récord crediticio.
“Falta de capacidad de pago, así como deterioro del récord de crédito, también obligan a las instituciones financieras a descartar cada día más solicitantes, esto se ve reflejado en que las entidades están registrando mayor liquidez disponible para prestar y menos solicitudes del mercado”, comentó Leonardo Gamboa, gerente de Ventas de Coopeservidores.
Las tasas para créditos han bajado y hay liquidez disponible para prestar, pero eso no parece ser suficiente incentivo.
FUENTE: BANCO CENTRAL. || INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
El Banco Central ha disminuido la tasa de política monetaria (de referencia) hasta un mínimo histórico (0,75%), y según detalla en el Informe de Política Monetaria para octubre, estas reducciones han incidido en una significativa baja en las tasas de interés pasivas y activas, lo cual mejora las condiciones para los nuevos créditos y da un alivio a los deudores con préstamos a tasa variable.
La tasa básica pasiva, por ejemplo, a la cual están ligados muchos créditos en colones pasó de 5,7% al inicio del año, a estar, actualmente, en 3,40%.
Gamboa explicó que las tasas de interés y la liquidez que puedan tener las entidades financieras son una parte de la ecuación (oferta) pero, por otro lado, están los solicitantes, que pueden ser personas físicas o jurídicas (demanda).
“En la actualidad estos últimos actores (los demandantes) no sienten confianza en el mercado, la incertidumbre derivada de la pandemia, la posición económica del país, así como reducciones en salarios, desempleo o, en el caso de las empresas, un menor consumo o cambio de hábitos de compra, provocan que no se demande el crédito como en otras épocas”, indicó Gamboa.
Para Allan Calderón, subgerente general de Crédito y Riesgo del Banco Nacional hay una serie de factores que se mezclan con la crisis sanitaria mundial que influyen en el comportamiento de los préstamos.
Citó temas estructurales como menores niveles de empleo en los últimos años y mayores niveles de endeudamiento del Gobierno, que repercute en mayores problemas fiscales.
“Desde la reforma fiscal del 2019 se han venido dado mayores niveles e incertidumbre para mayores niveles de consumo e inversión en la actividad económica. A lo anterior se unen mayores problemas de déficits fiscales en el 2020 y el problema de menores ingresos que ha generado la covid-19”, indicó Calderón.
El Banco Central, en su Informe de Política Monetaria, indica que el sistema financiero ha tenido un funcionamiento sin mayores tensiones durante la actual crisis económica, en parte como consecuencia de las respuestas del Banco Central y del Consejo Nacional de Supervisión de Sistema Financiero para apoyar la liquidez y el acceso al crédito.
“Sin embargo, como consecuencia esencialmente de la incertidumbre de oferentes y demandantes sobre la profundidad y duración de la pandemia y la contracción de la actividad económica, el crédito ha continuado estancado”, señaló la entidad.
Perspectivas
La esperanza es que conforme la economía se recupere del golpe de la pandemia, el crédito empiece a recuperarse y eso eleve el consumo y la inversión, los cuales permiten una mayor producción futura y por lo tanto más empleo.
“Las tasas de crecimiento del crédito se han mantenido invariables en un rango entre -5% y 2%, en términos interanuales. En la medida que la actividad económica empiece a mostrar números positivos, será seguida con la tasa de crecimiento de crédito”, consideró Gabriel Alpízar, gerente de Tesorería del Banco de Costa Rica.
“Recordemos que es la actividad económica que gatilla el crédito y no a la inversa, ya que si fuera ese el caso, se incubaría riesgos de crédito en los siguientes períodos dada la imposibilidad de las empresas y familias de honrar sus deudas adquiridas el día de hoy, debido a que no vende producto o bien, quedan desempleados o no consiguen empleos”, añadió Alpízar.
Para el 2021 hay esperanza de una leve recuperación del crédito ante algunas señales de recuperación económica.
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En el caso del Banco Nacional, el más grande en crédito, Calderón indicó que esperan cerrar el 2020 con un crecimiento de crédito total cercano del 1% y para el 2021 prevé un aumento de 2%.
“Dado que estamos atravesando un sisma dentro del ciclo económico, es previsible que las tasas de crecimiento del crédito se mantengan con el mismo rango entre -5% y 2%, extensión en los próximos meses de lo que estamos observando actualmente en ambas monedas”, indicó Alpízar.