Fincas piñeras en Costa Rica lograron reducir de 3.000 a 30 litros por hectárea el volumen de agua utilizado en las fumigaciones de agroquímicos, al pasar de la aplicación tradicional con tractores al uso de drones.
Lo anterior refleja el alto potencial de la utilización de la tecnología y la era digital en el sector agropecuario.
Tales resultados hacen que el cambio de la fumigación tradicional –con el uso de tractores que transportan extensiones o brazos de mangueras a cada lado con hasta 90 boquillas– a la utilización de los drones, se haga cada vez más en diversos cultivos, particularmente en arroz, melón, banano y piña, reveló el director ejecutivo del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA), Arturo Solórzano.
Los drones también se utilizan para georreferenciar fincas y medir el suelo, de tal manera que se ubiquen áreas con las mejores condiciones para cultivar, así como las menos aptas.
Una debilidad de los drones es que apenas transportan unos 20 litros de agua y la batería les dura de siete a 10 minutos.
Costa Rica dispone de la información, además, de dos satélites que cada cuatro o cinco días hacen una reflectancia del suelo. Mediante este sistema, se logra información para verificar cultivos, áreas enfermas y de baja preparación, así como medir la extensión de un determinado cultivo.
Otro de los avances aplicados en Costa Rica son los tractores con sistemas de referenciación de coordenadas, mediante los cuales se define la aplicación de plaguicidas necesaria por medio del uso de las imágenes.
También se desarrolla un mapa que permitirá el ordenamiento territorial y la zonificación agrícola.
Estos avances en el uso de la tecnología y la información digitalizada en Costa Rica se consultaron en el marco de la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2019, organizada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Representantes de 34 países se reúnen en Costa Rica, entre el 29 y el 31 de octubre, para analizar el reto que tiene el sector agrícola de atender la demanda creciente de alimentos, pero con el uso de menor área, menos agua y con la debida sostenibilidad.
Los ministros y especialistas privados coincidieron en que el uso de la tecnología, en la denominada agricultura 4.0, es fundamental para atender la situación, aunque la era digital presenta tanto obstáculos como riesgos.
Retos y oportunidades
Satélites, drones, laboratorios, big data; son todos elementos que producen grandes cantidades de información disponible en la nube, y que permiten ampliar las oportunidades de generar eficiencias, mayores rendimientos y calidad en los alimentos, de manera sostenible, concluyeron especialistas agrícolas públicos y privados.
Pero uno de los retos más fuertes es el acceso a esa información, particularmente en zonas alejadas de los centros grandes de población, las cuales coinciden, comúnmente, con la ubicación de las explotaciones agropecuarias.
Anayda Frisneda, directora general del Sector Público para Microsoft Latinoamérica, advirtió de que 49% de la población mundial (se replica para Latinoamérica) no está conectada en este momento.
Los ministros de Agricultura de Costa Rica, Renato Alvarado, y de República Dominicana, Osmar Benitez, coincidieron en sus posiciones: la tecnología existe, está disponible y cambia cada día, pero cómo se puede llevar a todos los productores, ese es el verdadero reto.
Al respecto, Solórzano afirmó que en Costa Rica se está dando un notorio avance, aunque seguramente falta mucho por hacer. Por ejemplo, a raíz del éxito del uso de los drones se está dando en el país todo un complejo comercial al respecto. “Hay un desarrollo de empresas que ofrecen el servicio y de otras que traen el equipo, para beneficio de productores pequeños”, señaló
Mientras, el secretario de Agricultura de México advirtió de que si bien la tecnología y la era digital son excelentes herramientas, no van a solucionar los problemas por sí solas sino como parte de las políticas de los países.
El director general del IICA, Manuel Otero, tras resaltar los grandes retos agropecuarios, con una población creciente, con menos agua y la necesaria sostenibilidad, también destacó la relevancia del uso de los recursos de la era de la tecnología y digital. Pero, tomando la frase un especialista, advirtió: “No podemos pensar en la agricultura 4.0 si tenemos conectividad 0.4”.
Precisamente, ese Instituto, en coordinación con Microsoft, inauguró este miércoles 30 de octubre el Centro de Interpretación del Mañana de la Agricultura (Cimag), un sitio abierto donde se pretende que jóvenes estudiantes observen los últimos avances.