La caída de la ceniza procedente del volcán Turrialba ya afectó unas 3.500 hectáreas cultivadas de banano y su primera consecuencia es que la fruta baja de primera a segunda calidad.
Así lo reveló un informe de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), según el cual, las fincas afectadas están en los cantones de Siquirres y Guácimo, cerca del coloso.
El reporte advierte de que si se mantiene el efecto de la ceniza, el impacto podría extenderse a otros cantones del Caribe, especialmente a Pococí (Guápiles), donde hay muchas plantaciones bananeras.
Por su parte, Lloyd Foster, director regional del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en la región Huetar Caribe, explicó que hasta ahora hay poca información del impacto.
Agregó que en la zona caribeña aledaña al volcán hay mucha ganadería y algunas plantaciones de café (del lado de Turrialba), pero todavía están definiendo con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) si realizan una inspección.
Foster reveló que ante la queja de un productor de paste, revisaron el cultivo, ubicado en Lomas de La Alegría, Siquirres y hallaron mucha afectación.
Sin embargo, hasta ahora ese es un caso aislado de impacto de la ceniza en una planta cuyo porte es de enredadera.
Foster no descartó algún impacto en ganadería, pero aseguró que no tienen queja o informes de productores por el momento.
Incidencia. Erick Bolaños, director de Investigaciones de Corbana, explicó que la ceniza afecta los racimos. Al caer sobre las frutas y con el roce entre ellas aparecen las manchas.
De esa manera, la fruta ya no se califica como de primera calidad. Por eso, la semana pasada y esta semana se está exportando como de segunda calidad, lo cual significa mínimo $1 menos por cada caja de 18,15 kilos.
El monto de las pérdidas no se conoce porque Corbana todavía tiene que completar la investigación y el reporte.
Los bananeros están practicando la protección de los racimos con doble bolsa plástica, para reducir la cantidad de ceniza que llega a la fruta.
Lo común es colocar una bolsa para proteger al banano contra los ataques de insectos.
Adicionalmente, los empresarios están lavando con agua los racimos en la plantación, mediante la utilización de bombas de espalda, explicó Bolaños.
Pero esas dos prácticas implican aumentos en los costos que todavía no se han medido.
La ceniza causa como una quema en los dedos (frutas del racimo) y los compradores la rechazan, detalló Bolaños.
Agregó que el problema con la ceniza es su efecto abrasivo y el dióxido de azufre, el cual, en contacto con el agua, forma ácido y eso produce una quema. La fruta, explicó, no se puede vender si la mancha es muy grande, por razones cosméticas.