Porque era miércoles y ese día hay pocas lecciones. Porque a esa hora jugaba el Real Madrid contra el Bayern de Múnich. Porque la programación de este año está muy floja. O simplemente porque la Semana Universitaria de la Universidad de Costa Rica (UCR) perdió su espíritu original.
Sea cual fuera la razón, lo cierto es que la Semana U del 2014 “pintó” bastante deslucida, según corroboró ayer un equipo de La Nación.
Poca convocatoria. En el campus Rodrigo Facio había más carros que personas. El público escaso se distribuyó en ‘parches’ alrededor de las instalaciones, pero ninguna de las actividades que se realizaban en ese momento logró enganchar a una audiencia numerosa.
Al costado sur del edificio de Física-Matemática, un joven de cabellera larga y alborotada, vestido de negro, tocaba su guitarra ante un público de dos personas.
Carlos Angulo Araya –con el nombre artístico de Carayala– se plantó solo y sobre una acera como escenario con el único objetivo de compartir su rock progresivo y sus letras con la esperanza de que “le sirvan a las personas para tener una mejor calidad de vida”.
A sus espaldas, en una tarima amplia y bien equipada con sonido el grupo Piropo Tartamudo no corría mejor suerte en cuanto al público: se contabilizaron 13 almas.
“En comparación con años anteriores, esta Semana U ha estado pésima. Son pocas actividades y las que hay no logran entusiasmar a los jóvenes”, opinó la fotógrafa Katya Alvarado, quien por razones de trabajo dio varias vueltas por el campus para captar el “espíritu” de esta semana.
Ese mismo espíritu es el que Alvarado considera que se ha perdido. “Creo que los estudiantes de ahora no saben cuál es el verdadero trasfondo de la Semana Universitaria, que es recordar la lucha estudiantil contra la instalación de Alcoa en el país”, dijo.
Sus palabras aludían a la frustrada intención de la firma extranjera Aluminum Company of America (Alcoa) de explorar aquí yacimientos de bauxita en 1970.
Ayer, Alvarado fue testigo de la cancelación de dos actividades por ausencia de participantes.
Faltaba echar un vistazo al sitio de reunión por excelencia de la UCR: el Pretil, frente al edificio de Estudios Generales.
Ahí el ambiente era mejor y ya se contaban más cabezas visitando los distintos puestos de artesanías, joyería, productos de diseño, ropa y otras creaciones ticas.
“Por aquí ha pasado mucha gente, creo que ha habido buen movimiento”, comentó José Manuel Hurtado, quien cuidaba el puesto de su hijo Denis Hurtado, diseñador de la línea de productos de skate n’ surf Psicomanía .
A pocos metros, en un puesto de libros usados y discos de vinil, Manuel Rodríguez intentaba cerrar un trueque con una señora que ofrecía venderle varios discos para “deshacerse de ellos”.
“Para ser miércoles, la afluencia de gente ha sido buena, porque que son días flojos debido a que hay pocos cursos”, declaró Rodríguez mientras colocaba una pila de discos de músicos tan variados como Mozart, Billy Idol, Glenn Miller y Whitney Houston.
Según Paola Vargas, de la microempresa Monteverde Natural Cosmetics, la visitación depende del día, pero, en general, había estado “muy buena” y el público se interesó en sus productos.