
Santiago, Chile. ¿Podría la obesidad inhibir las regiones del cerebro encargadas de planificar y controlar los impulsos? ¿Es la obesidad causada por esa actividad cerebral? ¿O los culpables son los hábitos alimentarios, el estilo de vida, las circunstancias familiares y la composición genética? E
El más extenso estudio hasta ahora del vínculo entre el desarrollo cerebral y la salud infantil ofrece nuevas pistas sobre el tema. Aunque expertos ajenos al trabajo advierten que una mala interpretación podría perpetuar estereotipos nocivos.
En el estudio, a niños de Estados Unidos de entre 9 y 10 años se les midió y pesó, se les realizaron tomografías del cerebro y aplicaron pruebas de destrezas mentales como memoria, lenguaje, razonamiento y control de impulsos. Casi uno de cada tres era obeso o tenía peso excesivo, en porcentajes análogos a los del país.
Los científicos hallaron diferencias en las tomografías de los niños con más peso, un volumen ligeramente menor en la región cerebral a cargo de funciones como la habilidad de planear, de controlar los impulsos y de realizar varias tareas a la vez.
Las diferencias con los niños de peso normal fueron sutiles, según neurocientíficos de la Universidad de Vermont, autores del estudio.
Los niños con más peso también tuvieron resultados levemente peores en las pruebas de aptitud computarizadas, pero los especialistas advirtieron que no queda claro si las diferencias son suficientes para afectar el rendimiento académico o la conducta de los jóvenes. GDA/El Mercurio/Chile