Viajar desde Liberia hasta San José y regresar representa un viaje de 420 kilómetros; si es desde La Cruz, por ejemplo, serán 528 km.Esos son los recorridos que muchos guanacastecos que requieren tratamiento de quimioterapia podrán ahorrarse de ahora en adelante.
Esa posibilidad se abrió con la llegada de un oncólogo médico al Hospital Enrique Baltodano, en Liberia, que atendió a su primer paciente el 15 de enero, y para este viernes 29 espera otros cuatro que recibirán tratamiento.
El primero fue un exfuncionario de la seguridad social residente en la zona y quien aceptó, mediante consentimiento informado, aplicarse la quimioterapia en el centro médico guanacasteco.
Este es el primer hospital fuera del Valle Central en dar este tratamiento médico.
La apertura de este servicio tiene dos beneficios claros; uno es que el paciente pueda recibir la atención más cerca de su casa; y el otro, es que descongestiona el trabajo en el Hospital México.
Durante el último año, el 16% de las personas que fueron al Hospital México a recibir los fármacos contra el cáncer eran de la región Chorotega.
“Esto no quiere decir que dejemos de enviar pacientes a San José, el área comienza poco a poco, pero ya esto significa un cambio muy grande en quienes comienzan a recibir el servicio aquí. Vamos poco a poco”, afirmó Carlos Palma Lostano, director del Hospital de Liberia.
Esto fue posible con la llegada de Manuel Arce, oncólogo médico quien, junto con una oncóloga quirúrgica (de la cual el centro médico ya disponía) y profesionales en Nutrición, Psicología, Patología y Trabajo Social constituyen un grupo que puede brindar un mayor servicio a los pacientes con cáncer y otras enfermedades que podrían requerir este tratamiento.
El área cuenta con cinco sillones especiales para recibir quimioterapia, dos camas, equipos diagnósticos, carro de paro, estantes de acero inoxidable para almacenar los insumos y sus propios baños. Se hizo una inversión cercana a los ¢40 millones.
“Es para poder preparar al paciente para iniciar su tratamiento y darle toda la cobertura durante el tratamiento”, destacó Palma.
“Si se tienen los tratamientos más cerca, el paciente viene más, y más en un área tan sensible como lo es Oncología.
Beneficios
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Para Palma, esto beneficia no solo al paciente, sino también al cuidador.
“El cuidador pasa por un duelo, primero, de la enfermedad, y también de la parte económica. Pedir permisos en el trabajo para acompañar a la persona, incurrir en algunos gastos”, manifestó Palma.
El viaje durante tantas horas haría que muchas personas perdieran su tratamiento.
“Son personas que tienen que estar a las 3 a. m. saliendo de aquí con otros pacientes para llegar a las 7 a. m. al México y de ahí estaban hasta las 2 p. m. o 3 p. m. dependiendo de la quimioterapia, y de regreso, muchos llegan a sus casas después de las 11 p. m. Y hay gente a la que le toca ir al día siguiente”, señaló Palma.
A esto se le une el malestar de las personas en las horas posteriores al tratamiento.
“Al cuarto día el paciente y al cuidador están cansados y muchos dejan el tratamiento. Y ahí algunos fallecen y a otros se les complica la enfermedad. Por eso es tan necesario tener servicios cerca de las comunidades”, dijo.
Pandemia aceleró los frutos
El oncólogo médico se aprobó como un plan piloto de la Gerencia Médica de la Caja. Él llegó en febrero de 2020 y ahí mismo comenzó el trabajo.
Así las personas con sospechas de algún tumor ya podían ser atendidas por dicho especialista.
“No solamente atenderlos, también ver su enfermedad, diagnosticar, estudiar (es decir, consignar el estado de la enfermedad, cuán avanzada está), y mandar al México ya con las indicaciones para iniciar la quimioterapia, nada más iba con su recetita para allá”, recordó Palma.
Para el jerarca ya esto constituyó un avance, pues antes las personas debían viajar a San José para que emitieran un diagnóstico y saber cuán avanzado estaba su tumor.
Con ese proceso se han atendido a cerca de 600 pacientes.
Sin embargo, con la pandemia y todas sus implicaciones, a las personas se les dificultaba cada vez más ir hasta el Hospital México.
“Comenzamos a tocar puertas. Ahora ya estamos abarcando más resolución. Es ir de a poquitos, porque vamos caminando a un buen ritmo”, dijo el jerarca.
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Medicamento ‘viaja’ desde San José
Esta situación se comenzó a gestar desde antes, cuando se habló con los profesionales en Oncología y Farmacia para saber cuál medicamento podía enviarse con todos los estándares de calidad y de cadena de frío para el hospital liberiano.
“Se acordó una estrategia de traer una quimioterapia ya preparada y a la vez se le asignó un área de atención para que el oncólogo médico pudiera aplicar los medicamentos y así facilitar el proceso”, destacó Palma.
“Vamos a ir despacio, porque esto requiere de una logística muy rigurosa para la preservación del medicamento”, añadió.
Las razones por las que los tratamientos de quimioterapia deben transportarse desde San José es porque se requiere de una farmacia oncológica que llene características muy específicas para preparar el fármaco y para ello se requieren equipos especializados.
“Es una farmacia especializada que tiene que tener un sistema de presiones totalmente diferenciado al medio exterior, con cámaras de flujo laminar, exclusivos para darles la preparación con técnicas muy específicas a razón de la dosificación y preparación del medicamento. Y debe ser 100% estéril”, explicó el jerarca.
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El hospital está preparando en este momento su farmacia oncológica, para la cual también se necesita un especialista en esa rama específica.
En este aspecto también es necesario tener una manipulación muy rigurosa en su preparación, custodia para llegar al área de oncología y la aplicación al paciente.
La farmacia podría estar lista para agosto o setiembre, según el director médico.