Aunque es común creer que los días grises merman la productividad, un estudio realizado en Estados Unidos mostró que estas condiciones atmosféricas pueden mejorar la calidad y el volumen del trabajo realizado.
Tras aplicar una encuesta a 198 adultos pidiéndoles predecir el impacto que el clima tendría en su producción laboral, más del 80% de los encuestados dijo creer que el mal tiempo podría retrasar su productividad. Esto porque los días grises incentivan los estados de ánimo sombríos, que alteran el funcionamiento laboral de las personas.
Sin embargo, luego de analizar el volumen de trabajo realizado en un período de 18 meses y de compararlo con las condiciones atmosféricas de esos días, encontraron que, con un aumento de 1 pulgada cúbica en lluvias, se redujo el tiempo necesitado para cumplir cada tarea en un 1,3%.
“Cuando se suma el tiempo economizado por cada uno de los 5.000 empleados, el aparentemente pequeño aumento en la productividad equivalía a casi $1 millón al año”, dijeron los investigadores.
Ellos explicaron en el sitio de la Association for Psychological Science que la gente trabaja mejor en los días tristes porque no se distraen pensando en la diversión que estarían teniendo al aire libre.
El aumento en la concentración es lo que se traduce en que sean más productivos.
Aunque los gerentes no tienen control sobre el clima, sí lo tienen sobre las tareas que asignan a sus trabajadores cada día.
Así, los científicos aconsejan que se tomen en consideración las variables atmosféricas a la hora de repartir las asignaciones entre los trabajadores.