En nuestra sangre hay un tipo de célula especializada que nos ayuda a cerrar y cicatrizar heridas para evitar infecciones. Son las plaquetas, las responsables de la coagulación. Mantenerlas en un buen nivel es muy importante, pues serán fundamentales en caso de sufrir algún accidente, por ejemplo.
“Hay algunos momentos en los que las plaquetas pueden estar bajas y la sangre no se va a coagular como debería y hay mayor riesgo de sangrado. Se ve a nivel de nariz, bocas, encías y las mujeres podrían tener más sangrado en la menstruación”, explicó el médico general Arturo Gamboa.
Si no es que existe una enfermedad de fondo, esto puede prevenirse con una buena alimentación. Para la nutricionista Mariel García, es necesario reforzar el sistema inmunitario y la nutrición tiene un rol fundamental en ello.
“No es que nosotros vayamos a tener control sobre el número de plaquetas. No existe un plan de alimentación explícito para aumentar plaquetas, pero sí existe una relación entre cuán fuerte está el sistema inmunitario y la nutrición”, recalcó la profesional.
“Una buena alimentación equilibrada, con cinco porciones de frutas y vegetales todos los días y de todos los colores. Entre más variada sea la alimentación todos los días eso le da un buen empujón a nuestro sistema inmune”, agregó.
Dentro de los nutrientes que ella mencionó están los que tienen vitamina A, B12, E, C y minerales como zinc, hierro, magnesio y selenio. La ventaja, según García, es que todos estos están dentro de una dieta balanceada, con frutas, verduras y fuentes de proteína.
Ella también indicó que es muy importante el control con médico y nutricionista para saber si hay algún tipo de deficiencia de algún nutriente o micronutriente.
Consumir alimentos ricos en hierro, como las lentejas y otras leguminosas, el hígado y las espinacas ayudarán a mantener los niveles altos. También harán lo mismo las vitaminas C y K, que pueden obtenerse de cítricos, como la naranja, limón o mandarina y otras frutas, como el kiwi, o verduras como la zanahoria o la remolacha.
¿Cómo saber cómo está nuestro nivel de plaquetas? Un examen de sangre podrá mostrarlo y un médico podrá interpretarlo y decirle cómo está su nivel, y de ser el caso, recetar algún tipo de tratamiento.
LEA MÁS: Costa Rica tiene un faltante de más de 1.000 donantes de sangre al año
Cuando los problemas son mayores
LEA MÁS: Plaquetas artificiales ayudan a curar hemorragias
En las personas que tienen problemas crónicos o serios, esta condición es conocida como trombocitopenia, y puede ser causada por enfermedades como la leucemia o por tratamientos como algunos tipos de quimioterapia. También se ve en personas con problemas inmunitarios y, en algunos casos, en mujeres embarazadas.
¿Cómo notar si hay problemas mayores? Estas son algunas de las señales:
- Tendencia a presentar hematomas frecuentemente.
- La piel muestra más de un hematoma a la vez.
- Sangrado superficial en la piel que aparece en forma de erupción de puntos rojizos morados del tamaño de una cabeza de alfiler, generalmente en la parte inferior de las piernas
- Sangrado prolongado por cortes
- Sangrado de encías o nariz
- Orina o heces con sangre
- Flujos menstruales inusualmente abundantes
- Fatiga
- Agrandamiento del bazo
El tratamiento en estos casos depende de las circunstancias y la gravedad del paciente. En algunos casos se requiere de medicamentos. En otros, se hacen necesarias transfusiones de sangre frecuentes. En otras personas se hace cirugía para extirpar el bazo.
“La alimentación funciona hasta cierto punto para prevenir, pero si ya existe un proceso de enfermedad, la alimentación puede influir, pero también es necesario el apoyo de un médico que vea el tratamiento e incluso en algunos casos de apoyo psicológico”, dijo García.
Mora recordó la importancia de no buscar medicamentos sin conversar previamente con un profesional que le dé la guía necesaria para saber qué ingerir, cómo y cuándo. La automedicación puede ser muy riesgosa y, no solo no resolver el problema, sino además causar otros daños a la salud.
LEA MÁS: Hemograma: el lenguaje de la sangre