
El estrés, cuando se maneja en niveles bajos o moderados, nos permite mantenernos en alerta, enfocarnos y desempeñar nuestras labores. Sin embargo, cuando este rebasa de manera permanente o constante los límites, la salud sufre a corto y largo plazo.
Las secuelas repercuten en todo el organismo, especialmente en el sistema digestivo, el corazón y en las emociones.
Aunque el problema es conocido, se abordó con mayor profundidad el lunes pasado, durante el Congreso Médico Nacional 2019, que se celebra esta semana en La Fortuna de San Carlos, El énfasis de la ponencia fue el estrés laboral.
“El problema es que hoy no paramos de trabajar. Existen teléfonos inteligentes en los que nos llegan mensajes y correos de trabajo, chats de WhatsApp con compañeros y jefes en donde se sigue trabajando después de la jornada laboral y todo esto interfiere con nuestro tiempo de descanso y recreación”, comentó Erick Méndez, vicepresidente de la Asociación Costarricense de Medicina del Trabajo (ACOMET), quien impartió la conferencia.
A esto se le une el que cada vez más personas aplican políticas de teletrabajo y, al hacerlo desde sus casas, se exponen a otros riesgos. Por ejemplo, cabe la posibilidad de que trabajen más horas de la cuenta, o que el empleado carezca de oficina o espacio específico para laborar y entonces no tenga un sitio adecuado para disfrutar de un descanso real. Esto suele suceder con quienes trabajan especialmente desde su habitación o la cocina.
“Tanto las empresas como las personas tienen que tener políticas de conectividad y de teletrabajo. Saber que después de cierta hora los jefes no pueden pedirles a sus colaboradores cosas, y que no pueden esperar que ellos les respondan. Saber que el teletrabajo también tiene hora de finalización. Saber que los trabajadores tienen todo el derecho de apagar el celular en su tiempo de ocio”, destacó Méndez.
Por situaciones como las descritas, los médicos laborales coinciden en que están viendo en sus consultas más casos de gastritis, colitis, catarros, infecciones, picos de presión arterial, caída de cabello y cuadros de ansiedad y depresión. Así es como el cuerpo saca a relucir todo ese estrés.
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Adaptación al estrés
¿Por qué nuestro cuerpo termina enfermándose? De acuerdo con Méndez, cuando nos encontramos con algo que nos genera estrés, el cerebro comienza un proceso de adaptación para mantenerse alerta y reaccionar.
Esto puede ocurrir por diferentes razones: la carga laboral crece, sentimos que las tareas que se nos asignan son muy demandantes o implican mucha responsabilidad, o bien, sabemos que vienen olas de despidos.
“El estrés básicamente es un mecanismo de defensa automático del organismo, donde se ponen en marcha todo un conjunto de respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales. Estas aumentan nuestro nivel de activación con la finalidad de afrontar un problema para el que no tenemos suficientes recursos”, destacó el especialista en su presentación.
Según Méndez, el problema sobreviene cuando el cuerpo debe mantener ese estado de alerta por mucho tiempo y no consigue “bajar” a un estado considerado “normal”.
FUENTE: Erick Méndez, vicepresidente Asociación Costarricense de Médicos del Trabajo. DISEÑO/LA NACIÓN.
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Hay diferentes respuestas al estrés. A corto plazo, cuando comienza la reacción, el cuerpo genera más hormonas, como el cortisol (también llamada “hormona del estrés”) y noradrenalina. Lo anterior conlleva también a un aumento en el pulso, mayor presión sanguínea, dilatación de los bronquiolos, cambios en los patrones sanguíneos y un incremento en el ritmo metabólico.
A largo plazo, los riñones comienzan a retener agua y sodio, el volumen y la presión y el volumen sanguíneo también se incrementan. Además, las proteínas y las grasas se convierten en glucosa para obtener más energía, el azúcar en la sangre sube y el sistema inmune se deprime.
Este último punto explica por qué, muchas veces, al pasar el período de estrés, solemos enfermarnos, Sin embargo, Méndez aclaró que la enfermedad podría estar ahí desde hace rato, solo que la tensión estaba “opacando” los síntomas.
Ahora bien, si el estrés es muy sostenido en el tiempo, se llega a una fase de agotamiento. Aquí, de acuerdo con Méndez, ocurre un proceso de “desadaptación”, en el cuál las demandas superan la capacidad del organismo y se empiezan a generar más efectos nocivos sobre la salud física y mental de las personas.
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¿Cómo afecta la tensión a nuestro cuerpo?
Hay tres áreas que se inflaman cuando estamos con mayor estrés: la amígdala, la médula ósea y la aorta. Esto puede desecadendar en males cardiovasculares.
FUENTE: THE LANCET. || w. s. / LA NACIÓN.
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La evidencia científica apoya que el estrés constante podría afectar con severidad la salud cardiovascular. En el 2017, una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard y del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, señaló que la gente con niveles muy altos de estrés, tenían inflamación en la aorta y médula ósea. Entre más crónico era el estrés, mayor era la inflamación en estas áreas. Los resultados se publicaron en la revista The Lancet.
¿A qué se debe? Los científicos presumen que, en períodos de estrés, la amígdala puede enviar a la médula espinal órdenes para que produzca mayor cantidad de glóbulos blancos, lo que podría causar mayor inflamación en la aorta. Esto, a su vez, dificultaría el paso de sangre, favoreciendo la posibilidad de infarto o derrame cerebral.
Otro estudio, desarrollado por la Universidad de Múnich en Alemania y el Centro Alemán para la Salud Ambiental vio que el riesgo era mayor en las personas con hipertensión y diabetes. Este reporte fue publicado en la revista Atherosclerosis.
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Hacia una cultura de salud mental
Para Méndez, las empresas deben comenzar a trabajar en una cultura de salud mental que primero haga un diagnóstico de cómo están los funcionarios de cada área, cómo se encuentran sus niveles de estrés, cómo los manejan y si ya hay consecuencias.
FUENTE: Erick Méndez, vicepresidente Asociación Costarricense de Médicos del Trabajo. DISEÑO/LA NACIÓN.
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También deben analizar las necesidades de cada departamento en particular. ¿Dónde está el problema? ¿Este se concentra en las relaciones humanas o se debe a una carga laboral mal distribuida? ¿Se atribuye a la infraestructura o a los insumos que se necesitan? Con base un análisis profundo de todos estos aspectos, es que se deben tomar decisiones.
Otro punto relevante es que los funcionarios sepan dónde acudir si están experimentando consecuencias en su salud como producto del estrés.
Según el especialista, un personal estresado va a rendir menos, se va a enfermar más y el ausentismo será mayor.
Además, debe tomarse en cuenta que cada trabajador es un ser humano integral y este también sufre en otros ámbitos.
Si su carga laboral es mayor o no se le brindan los recursos necesarios, y eso le significa trabajar más horas o llevarse trabajo para la casa, el colaborador de esa empresa también dejará de pasar tiempo con su familia y para hacer sus actividades favoritas, lo que afectará su rendimiento laboral.
De acuerdo con la ponencia, la dirección de las empresas debe estar identificada con la importancia de prevenir los riesgos laborales por estrés. Pero, además, los funcionarios deben ser involucrados activamente en el proceso de evaluación de esos riesgos, se les debe tomar en cuenta su opinión.
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¿Cómo ayudarme a mí mismo?
¿Qué hacer si usted está en una situación de muchísimo estrés en su lugar de trabajo? Desgraciadamente, no en todos los casos la opción es renunciar, cambiar de empresa, pedir una reasignación de funciones o emprender. Sin embargo, lo que sí debemos hacer es tomar el control de aquellas situaciones que están en nuestras manos.
¿Cuáles? Dentro de estas están el dormir bien, el mantener una buena alimentación, ejercitarse y el salir con tiempo hacia el trabajo para no tener prisas.
Asimismo, hay otras medidas que van muy relacionadas con el manejo de las emociones.
Méndez señaló que es importante “desconectarse” al concluir la jornada laboral. Entonces, si su horario ya finalizó, no se quede más tiempo, a no ser que sea urgente, pues siempre habrá más trabajo que hacer.
“Si yo como médico sigo viendo pacientes, siempre va a llegar uno detrás de otro. Tengo que decir: hasta aquí llegué hoy”, ejemplificó el especialista.
También está la necesidad de dedicarse a actividades de recreación, encontrar algo que le gusta hacer y comprometerse a hacerlo. De igual manera es recomendable pasar tiempo de calidad con sus seres queridos y con usted mismo.
“La actividad fuera del trabajo con la que escojamos comprometernos debe llenarnos y darnos placer, en el momento en el que se convierta en un estrés más ya no está cumpliendo su cometido”, concluyó Méndez.
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FUENTE: Erick Méndez, vicepresidente Asociación Costarricense de Médicos del Trabajo. DISEÑO/LA NACIÓN.
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